El Rayo Vallecano encara el último tramo de la temporada con la necesidad de certificar cuanto antes la permanencia, que pasa por sumar dos victorias lo antes posible para desterrar los fantasmas que comienzan a asomar la cabeza. Con 36 puntos y 10 de ventaja sobre la zona que marca el descenso, el Rayo afronta las 12 últimas jornadas de Liga y sobre todo, un exigente mes de abril que será el verdadero termómetro para los de Iraola. Un mes que marcará el camino y el futuro franjirrojo.
Este mes de abril el Rayo jugará seis partidos, es decir la mitad de lo que le resta de competición. Ello hace que lo que suceda en este mes marcará el futuro franjirrojo. De estos seis encuentros hay tres rivales que están en zona Champions, Barcelona, Atlético y Real Sociedad; esta Osasuna que está en zona media y por último Valencia, que está en zona de descenso, y Elche, colista. Seis encuentros a todo o nada con la búsqueda de dos victorias que relajen el final de temporada.
El primero de estos choques será en Mestalla ante el Valencia. La importancia de este partido es esencial, ya que es el primero después del parón de Selecciones y el Rayo llega tras la peor racha de la temporada con seis jornadas sin ganar. Encima se enfrenta a un rival herido de muerte que no está acostumbrado a estar en esas situaciones y que tiene a Rubén Baraja como entrenador. Una victoria ché dejaría a los del Turia a solo siete puntos de los vallecanos.
Después del Valencia llegan Atlético de Madrid y Osasuna en Vallecas. Exigencia máxima antes de viajar a Anoeta y recibir al Barcelona, para acabar el mes en el Martínez Valero.
La permanencia pasa por este mes de abril.