La victoria del Rayo Vallecano en San Sebastián frente a la Real Sociedad dejó muchos análisis por desglosar. Comenzar una Liga ganando lejos de casa siempre es positivo. No hay ninguna otra lectura en ese aspecto. Las sensaciones que el equipo transmitió si que dejan varios capítulos por analizar. El resultado también. El primero era ansiado. La Franja volvió a ganar en territorio txuir urdin nueve años después. En total, eran once partidos (como local o visitante) con sequía de victorias frente a los de Imanol Alguacil.
Pero había otras sequías aún abiertas. Incluso más importantes que la mencionada. El Rayo Vallecano de Íñigo Pérez estaba estancado lejos de Vallecas. Era un equipo que deambulaba sin encontrar rumbo. En sus seis partidos de la temporada pasada con el navarro (Girona, Deportivo Alavés, Celta, Villarreal, Valencia y Barcelona) el equipo se quedó a cero. De goles y de victorias (sin marcar es imposible ganar, como es obvio). Diez goles en contra que también preocupaban (en Vallecas lo máximo que encajó fue un gol por partido).
La racha se acabó. Los demonios con ella se marcharon también. De Frutos en el 67′, con gran protagonismo previo de Abdul Mumin, cerró una dinámica negativa que hasta ese momento había ascendido hasta los 621′ sin ver puerta como visitante (desde el gol de Álvaro García en el 76′ contra el Mallorca en la jornada 24). Sergio Camello, que aún reluce como el oro, anotó el 0-2 que terminó por aferrar el partido. Zubimendi con el 1-2 no pudo impedir que llegase la primera victoria de Íñigo Pérez lejos de Vallecas.
Dos dinámicas que compartían simetrías. Y es que la última victoria del conjunto franjirrojo fuera de su estadio también había sido marcando dos goles. Fue en el Cívitas Metropolitano frente al Getafe. El rockero por entonces marcó por partida doble. Una victoria por 0-2 el 2 de enero que sirvió para descorchar el 2024. El reto ahora es calcar el inicio de la temporada 2023/24 cuando se ganó al Almería y Granada en las dos primeras jornadas. Precisamente el Coliseum será la parada para intentarlo.
