Adrián Embarba ha alcanzado un hito significativo en su carrera al disputar su partido número 200 con el Rayo Vallecano. El extremo, que ha sido una pieza fundamental para el equipo en los últimos años, celebró esta cifra redonda en el reciente enfrentamiento ante el RCD Espanyol un partido que quedará grabado no solo por el reto deportivo, sino también por lo que significa para su trayectoria en Vallecas.
Embarba, emblema en Vallecas
Embarba, de 32 años, ha sido un referente en el Rayo desde su llegada en 2013. Su entrega en el campo, sumada a su capacidad para marcar goles y asistir, lo han convertido en uno de los jugadores más respetados y queridos por la afición. A lo largo de estos 200 partidos, Embarba ha demostrado ser mucho más que un simple jugador; es un líder tanto dentro como fuera del campo, alguien que ha vivido los altibajos del club, desde el ascenso a Primera División hasta las batallas por la permanencia.
En esta última década, Embarba ha visto cómo el Rayo ha pasado por diferentes etapas, pero su compromiso con el equipo nunca ha flaqueado. Durante estos 200 encuentros, ha acumulado 38 goles y 45 asistencias, dejando una huella imborrable en la historia del club. Su capacidad para desequilibrar partidos y su entrega incondicional han sido clave en innumerables ocasiones, y es por ello que su nombre ya se menciona junto a los grandes íconos del Rayo Vallecano.
El entrenador Íñigo Pérez, al igual que la afición, no escatimó en elogios hacia Embarba tras el partido. “Adrián es un jugador fundamental para nosotros, tanto por su calidad en el campo como por su experiencia. Es un líder nato y tenerlo en el equipo es una garantía de compromiso y pasión”, afirmó el técnico. Con 200 partidos en su haber, Embarba sigue demostrando que su mejor versión aún está por llegar, y los aficionados rayistas pueden estar seguros de que su capitán seguirá dando todo por los colores franjirrojos.
