El partido era entretenido, pero uno no hacía más que pensar si la idea de Íñigo Pérez había sido buena. Al mismo tiempo me venía a la mente un nombre; Sergio Leone. No sabía porqué.
Tras unos minutos en los que Bryan Zaragoza intentó unas pillerías, Álvaro García una ráfaga de las suyas y Sergio Camello un gol de antología vino el gol de Osasuna, tan espectacular desde el lado rojillo como olvidable desde el rayista. Sergio Herrera pone un balón en largo, Raúl García de Haro lo prolonga de modo lamentable, Mumin lo despeja de cualquier modo, Óscar Valentín mide mal en el salto y el 9 de los navarros controla, deja botar el balón , lo golpea con violencia y clase y bate a Batalla que no se quedo augusto, un poco mas de altura en su batida (muy fácil de decir) y el gol no hubiese llegado. (0-1).
Pensé en Sergio Leone otra vez y esta vez me vino la peli “El bueno, el feo y el malo”. En la jugada de marras hubo buenos y malos, que cada cual juzgue quien fue el feo. De nuevo me acordé del navarro Íñigo y en un pensamiento indigno de este lugar imaginé que su alineación era una osada y pícara estrategia. Consistía en poner en la primera parte a jugadores con buen tono físico, menos fútbol pero más presencia . Ahí estaban los Gumbau y Embarba, los “malos” (nótese el entrecomillado) en detrimento de Unai y Jorge de Frutos, los “buenos”. Considerar malo o feo a Trejo es un sacrilegio que aquí jamás se cometerá.
Para la segunda pondría toda la carne en el asador con los citados UnaiLo y De Frutos y el divino calvo Palazón.
El plan de Pérez estaba ahí y si los “malos” lo habían podido estropear, los menos buenos lo comenzaron a arreglar.
Fue también de un modo inesperado. Gumbau se hizo con la pelota en el borde del área tras una selección de bochornosos cabezazos área dentro área fuera y abrió la pelota para Mumin, situado en zona de extremo izquierdo. El control de Abdul, algo impreciso , se convirtió en orientado, el balón botó y el ghanés ganó con un disparo que ni Clint Eastwood. No se sabe como, pero enganchó a la pelota a bote pronto y la estampó en el interior de la cruceta. (1-1).
Luego entraron De Frutos e Isi y el Rayo Vallecano fue un vendaval.
De Frutos se colaba por derecha, Palazón obligaba a Herrera a lucirse y Álvaro era…Álvaro . En esas se sumaron primero Ratiu, luego Chavarría y cuando lo hizo Pep fue para ponerla atrás donde Andrei llegó, golpeó sin mucha fe pero suficiente para golpear en un zaguero navarro y adelantar al Rayo (2-1).
Luego entró Unai y el Rayo fue eso, un Rayo. García lo intentó de zurdas pero le faltó portería.
Peña estrelló en el palo el empate navarro e Íñigo decidió que era el momento.
Llegó la hora de James y de Sergi Guardiola. Ambos aportaron lo que se espera de ellos. Sergi estuvo espectacular en la brega, la protección del balón y la ayuda a los compañeros. James dio un destello que fue más que un ataque prometedor. Su pase a Guardiola fue de muchos kilates.
Ya en el descuento una estampida de rayos llegó hasta el borde del área visitante. Llegaron hasta allí hasta cinco peloteros franjirrojos liderados por Unai López que decidió que el golazo tenía que ser suyo (3-1).
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas pero esta vez el Rayo desmintió el tópico.
Tres puntos y a pensar en el Atleti. ¿Y si ?…
