Entre Vallecas y el José Zorrilla hay doscientos dieciséis kilómetros y un hilo. Es un cable fino, blanco y rojo, a franjas, que algunos no tuvieron problema en descuidar. Ese hilo, que en sentido contrario mezcló también violetas se crío y conservó gracias a la solidaridad de los de Valladolid y los del barrio, que en colaboración mutua ayudaron al vecino en lo que pudieron, un poquito de sal, azúcar, aceite y alguna entrada.
El viaje del centenario para algunos pudo resultar poco espectacular pero las setecientas personas que convirtieron la Avenida del Mundial 82 en una prolongación de los alrededores del Mercado Numancia con su poyete, su corteo, sus Payasos Fofos, sus Bukaneros, sus dos tifos merecieron , de antemano, los tres puntos.
Se dice incluso que algún aficionado exclamó jocosamente “espero que nuestra presencia DÉ FRUTOS” .
Valladolid y Rayo Vallecano dieron una tarde divertida en la que unos y otros estuvieron cerca del gol.
El bigote de Isi
Cien años ha, Rodolfo Valentino lucía más un camino de hormigas bajo su nariz que un mostacho y así, fue el galán más deseado. Isaac Palazón siguió el camino marcado por Rodolfo y su heredero, el campeón olímpico Sergio Camello e intentó seducir al marco local. Lo intentó con variedad de disparos pero sin acierto.
La ira de Comert
El turco fue el ying y el yang del partido durante unos minutos. Estuvo a punto de irse a la ducha por un entradón desproporcionado y cerca de salir a hombros por un golazo evitado por Mumin. Qué cosas.
Esas bandas derechas
Luis Pérez, lateral cumplidor se hinchó a hacer centros laterales que provocaron más de un dolor de cabeza a la zaga franjiblanca.
De Frutos apareció con ayuda de Ratiu, el prestidigitador que puede hacer ruletas, tacones, paredes, siempre en beneficio del espectador.
Latazo
Siempre hay un jugador que juega como si no hubiese cámaras. Si mide casi dos metros y está en todas las batallas no se puede hablar de alguien discreto. Latasa se “autotrabó” para intentar colar un penalti. Le vio todo Pucela e insistió, bota en la mano pisada por si mismo en su protesta, airada y amenazante al trencilla. Amarilla y a entrenar más el remate a puerta, muchacho.
Primer gol
Cuando se la das a los buenos pasan cosas bonitas. El balón llegó en un taconazo de los que desatornillan rivales. Raúl Moro movió las caderas como el cuerpo de baile de una estrella de las que llenan el Berna… perdón, superó a Lejeune como quien regatea a su bebé y su pase atrás fue rematado casi a malas por Amallah. (1-0)
Trabajo colectivo
Si de algo puede estar orgulloso un técnico es de que el trabajo se vea en la cancha. La jugada del empate del Rayo es de arte… y ensayo. Ratiu combina con De Frutos, este descarga para Valentín y se desmarca a la carrera. Óscar se la da a Camello, que fija al defensa y se la da de primera a Isi. La jugada de bigotes la prolonga al zurdo con un pase medido para De Frutos que marca con potencia, claridad y respeto a la afición que algún día lo quiso. (1-1).
Quien la sigue la consigue
Amallah parecía recorrer el camino del gol. Le persiguieron sin tregua Unai López, Balliu y Óscar Valentín. El delantero, con el aliento de estos tres en el cogote perdió el control, dejó escapar la pelota y perdió la batalla con el portero rayista.
Los zurdos
Entraron en juego Gumbau y Álvaro García. La opción del 18, fresco como una lechuga para desbordar zagas cansadas enamora a Íñigo Pérez y pareció prometer puntos al casillero rayista.
Despeje providencial
Marcos André recibió un centro en plena área pero por algún tipo de mutación su remate fue un despeje que evitó el gol local.
Mas zurdos
Aparecieron en la cancha James y Guardiola, el artista deseado y el obrero del gol, en una dupla, la del 75, ya conocida por la afición.
Lo importante es participar
Así lo entendió el colombiano, que aportó algo en el gol de la victoria. Su balón al área fue maldespejado por Bah, recibido por Alvarito que hizo un cambio de pie ya registrado en la oficina de patentes y marcas y puso la pelotita en el punto de penalti. Allí estaba el ambicioso de Ratiu que prolongó el balón hasta que el poste lo rechazó. El rebote esquivó al portero y llegó a De Frutos que con escorzo espectacular remató a la red. (1-2)
Sangre de hielo
El remate de Iván Sánchez era flojo pero iba a gol. Ratiu lo quiso controlar, falló en el primer intento pero tras alarmar docenas de marcapasos y a su arquero Batalla consiguió, con la calma de quien hace su primer bostezo de la mañana, evitar el peligro.
Regreso feliz
Victoria, tres puntos y la sensación de que este viaje merece la pena, aunque ahora haya un parón.
PD: Próxima escapada, Mallorca. Traigan ensaimada, que será la víspera del cumpleaños de algún cronista zampabollos. Y algún punto, venga.
