El Rayo Vallecano demostró una vez más su capacidad para superar la adversidad, logrando una victoria crucial en casa contra el Deportivo Alavés. La expulsión de Abdul Mumin en el 22, no impidió que el equipo se impusiera en el marcador. Un episodio similar sucedió la temporada pasada contra el Granada, donde el Rayo salió victorioso con diez.
La expulsión temprana de Abdul Mumin
El partido comenzó con un Rayo Vallecano volcado en ataque, pero un error en la defensa complicó la situación para el equipo franjirrojo. En el minuto 22, el central Abdul Mumin fue expulsado tras una falta sobre el delantero del Alavés en una situación de último hombre, lo que dejó al Rayo con diez jugadores durante más de una hora de partido. La tarjeta roja fue un golpe duro para el equipo de Iñigo Pérez, ya que perdían una pieza clave en la zaga y, desde ese momento, tuvieron que reestructurar su esquema para hacer frente a la situación.
La expulsión de Mumin no solo significó una dificultad en defensa, sino que también obligó a cambios tácticos importantes. Óscar Valentín fue reposicionado para cubrir la baja de Mumin en la línea defensiva, demostrando gran adaptabilidad y compromiso en un momento crítico. Este cambio, sumado a la solidez mostrada por Batalla en portería, fue clave para mantener el equilibrio del equipo en el campo.
El recuerdo de la épica contra el Granada
Esta victoria trae a la memoria otro partido memorable de la pasada temporada, cuando el Rayo Vallecano logró imponerse al Granada en una situación similar. En aquella ocasión, el equipo también sufrió una expulsión temprana que dejó al equipo en inferioridad numérica. A pesar de la desventaja, el Rayo se impuso en un duelo que marcó la temporada y dejó claro el carácter de lucha que define a este equipo.
Con goles de Lejeune y De Frutos, el Rayo Vallecano logró vencer al equipo andaluz por 2 a 1 en el Estadio de Vallecas. Se disputaba la jornada 36 de liga en el sur de la capital madrileña, cunado en un infortunio para los locales, Óscar Trejo vio la cartulina roja. A pesar del contratiempo, el cuadro dirigido por Íñigo consiguió revertir la situación y se llevó unos tres puntos muy valiosos.
Defensa sólida y un Batalla decisivo
Con un hombre menos, la defensa del Rayo se vio obligada a redoblar esfuerzos, y aquí el papel de Batalla fue fundamental. El portero realizó varias intervenciones decisivas, siendo la más destacada en el minuto 59, cuando detuvo un mano a mano frente a Carlos Vicente, evitando lo que podría haber sido el 0-1 para el Alavés. Su seguridad y reflejos permitieron que el equipo mantuviera la portería a cero y generaron una inyección de confianza en el resto de sus compañeros.
La solidez defensiva fue respaldada también por jugadores como Andrei Ratiu y Florian Lejeune, quienes mantuvieron la línea y cubrieron los espacios que se generaron tras la expulsión de Mumin. Ratiu incluso estuvo a punto de marcar un gol, con un disparo que golpeó el larguero, demostrando que el equipo no renunciaba al ataque a pesar de la desventaja numérica.
Un gol salvador y un cambio clave
Gumbau, quien ingresó como cambio, fue el encargado de materializar el gol que decidió el partido. Con un disparo desde fuera del área que desvió un defensa del Alavés en propia puerta, el Rayo logró el tanto que le dio la ventaja definitiva. Un golpe de suerte, pero también el resultado del esfuerzo y la constancia de un equipo que nunca se dio por vencido.
Otro jugador destacado fue Embarba, quien desde su ingreso generó peligro constante y dio la asistencia del gol. Su habilidad y visión en el ataque aportaron un respiro para el Rayo, que aprovechó su velocidad para mantener la presión en los últimos compases del partido.
La fortaleza mental del Rayo Vallecano
Este tipo de victorias resaltan la fortaleza mental del Rayo Vallecano y el carácter combativo de sus jugadores. No es la primera vez que el equipo de Vallecas supera la adversidad y sale victorioso con un hombre menos. Los tres puntos refuerzan la confianza del grupo y demuestra la cohesión que existe en el vestuario.
Iñigo Pérez, el técnico del Rayo, subrayó tras el encuentro la importancia de esta victoria y el valor que representa para el equipo. Las decisiones tácticas que implementó tras la expulsión de Mumin fueron acertadas, permitiendo que el equipo no solo resistiera, sino que también pudiera atacar cuando las condiciones lo permitían. Esta victoria refuerza su liderazgo y deja en claro que, bajo su dirección, el Rayo Vallecano es un equipo que puede enfrentar cualquier desafío.