Del sprint al frenazo. De la maratón al reposo. De estar en lo más alto a estar en lo más bajo. Así ha sido la metamorfosis que ha experimentado el Rayo Vallecano en 2025. Porque el pico más alto de la temporada se alcanzó allá por febrero. Y desde entonces, caída en picado. Dos meses que han servido para disolver ilusiones, machacar sueños y triturar fantasías.
Pero a pesar de la mala dinámica, el sueño europeo todavía sigue vivo, y el Rayo Vallecano todavía no se ha descolgado de la pelea por jugar en Europa la próxima temporada. Todavía tiene ante sí 7 partidos para lograr el sueño del barrio.
El 7 de febrero el conjunto franjirrojo ganó al Real Valladolid por la mínima en Vallecas. El día del colofón. Del pico de forma. El momento en el que se confirma la mejor racha de imbatibilidad en la historia del club en Primera División: nueve jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Valencia, Real Madrid, Villarreal, Real Betis, Celta, Osasuna, Girona y Leganés iluminaron el camino previamente. En total, cinco victorias y cuatro empates (19 de los últimos 27 puntos).
Vértigo a Europa
Y a partir de ahí, un mundo muy diferente. Dos realidades muy opuestas. Porque desde aquel instante en el que se volvió a mencionar aquello de ‘el año que viene, Rayo – Liverpool’ todo cambió. A mediados de abril, tras ocho partidos desde entonces, solo ha llegado una victoria. Como si estar cerca de Europa fuese una alergia o diera vértigo. Apenas cinco de los últimos 24 puntos en disputa llevados a la clasificación.
Dos empates ante Sevilla y Real Sociedad y una victoria ante el Deportivo Alavés que si han ayudado para alcanzar el objetivo (virtual, por ahora) de la permanencia. Una dinámica que aleja cualquier opción de pensar en un regreso real a las competiciones europeas. Y eso que LaLiga está cerca de obtener una plaza extra para la próxima temporada. Pero, por ahora, siete jornadas por delante para no sufrir apuros y disfrutar. Si algo caracteriza a Vallecas y al Rayo Vallecano es que aquí nadie tira la toalla. Es difícil, pero el Rayo todavía puede pelear por el sueño europeo.
