Estos últimos tres meses han sido muy jodidos. Me faltaron las energías más importantes, las que sirven para disfrutar y por lo tanto para vivir. Trabajar no es negociable y el ejercicio físico que libera el espíritu agota el cuerpo y la mente. Le dije a mi director que iba a intentar retomar lo de escribir pero ni encontré tiempo ni ganas pero, albricias, el Rayo Vallecano me las ha dado. Para ser honesto mi proceso de agotamiento pareció paralelo al del equipo de Íñigo Pérez que hasta este Euromayo logró seis puntos en mi tiempo de retiro temporal de UR. Luego llegaron las victorias ante Getafe y Las Palmas, triunfos de los de equipo serio, sin alardes ni regalos y el esperanzador empate ante el segundo “euroequipo” del mes, el finalista de Conference League, Real Betis. En una maravilla sonora incalificable, Carlos Sánchez Blas adelanta que la franja disputará ante el equipo verdiblanco su primera final de copa en 2050, pero sueños así de inalcanzables están a una semana de distancia.
Los hijos del caballo blanco tomaron en Vigo la E1 camino a Europa con una victoria tan emocionante como para muchos, entre los que me incluyo, inesperada. Cuando a otros les faltaron la ilusión o las fuerzas al Rayo le llegó la inspiración, el acierto y sobre todo, la determinación.
La desilusión por la ocasión “perdida” de ganar ante el Betis quemó calculadoras y encendió una especie de realismo pesimista entre muchos rayistas, deseosos de descorchar una ilusión que pasaba no por alcanzar el embarque europeo este domingo sino por no perder el billete antes de tiempo. Tras la fiesta homenaje al SuperCelta en Balaídos por parte de su afición aquello parecía complicado. No ayudó mucho que Lejeune recibiera con los brazos abiertos el impacto de un remate celtiña dentro el área. Los de Giráldez abrumaron a los vallecanos con la audacia y osadía de la juventud pero le dieron el penalti a un veterano.
Marcos Alonso lanzó la pena máxima de modo primoroso, lanzando el castigo a lo Panenka y adelantando por tanto a los locales. No fue, sin embargo, una gran idea, y es que el karma de los lanzamientos mitad imprudencia mitad chulería es alargado. Si a Julián Álvarez lo castigó la UEFA en el Metropolitano a Alonso lo castigaron Isi y De Frutos. Al Rayo no pareció afectarle el gol pero si escocer en su orgullo el modo de encajarlo y despertó con personalidad buscando el punto débil del Celta, su espalda.
El templo celtista pasó de ser “Europe is living a celebration” a las votaciones de Melody en Basilea en un segundo. Pacha Espino centró con su pie menos hábil e Isi se coló entre defensas para, con un brinco de los suyos, igualar el partidazo de un cabezazo certero.
El conjunto celeste empezó a sentir una especie de calor nervioso y el Rayo fue ahondando en el estrés local con veteranía, orden y saber jugar. Cuando se habían cocido en su propio jugo, cerca del descanso, los zagueros celtiñas abrieron de nuevo la E1 a los visitantes y Jorge De Frutos recibió la pelota en el área con tiempo para pensar. No se puso nervioso, sentó al zaguero rival con un recorte y anotó el segundo de la franja.
Pasado el descanso el arreón local pudo igualar la contienda. A partir de ahí, el abordaje de la Rianxeira tuvo muchas veces tocado al Santa Inés, pero sus marineros resistieron la llegada de refuerzos locales como el corsario Iglesias o el Almirante Aspas sin resultar hundidos. El sufrimiento fue notable y la épica mayor, pero aquel choque lo ganó en el último aliento un escorzo de Batalla.
La jornada deparó la eliminación en la lucha por la plaza europea del visitante de la última fecha en Vallecas, el Mallorca, y una emocionantísima pelea por Europa que se disputará en su última fecha en lugares donde hace años se peleaban descensos. Getafe, Vitoria y el Valle del Kas vivirán como Celta, Osasuna y Rayo intentarán evitar el noveno puesto que les deje cara de tontos y lograr el séptimo que da plaza en la Business Europa League o el octavo que da lugar en la Turista Conference. Para asegurar el éxito la franja deberá alcanzar su récord de puntos, 54 con el que incluso podría alcanzar como se ha dicho su mejor puesto, séptimo.
Ojalá nos veamos en la fuente de la Asamblea. A veces tras tanto sufrimiento la vida nos da alegrías.
PD: Tras saber que el amigo Fernando Sebastián iba a ver el partido en tierras de James Rodríguez y conocer esta semana la jubilación de nuestro bibliotecario e historiador de cabecera Juan Jiménez Mancha intuí que este capítulo se podía dar. Nada me haría más ilusión que presenciar al primero trotando por Europa con la franjirroja y su falda escocesa, en Alemania con Darío, en Irlanda con Robbie, en Italia con Stefano, en Italia con Edyta o ver lucir la franja en cualquier parte del continente disfrutando de la ilusión del viaje y de las historias de Juan, quizá con más tiempo de extender su historia del Rayo y completar tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento de esa auténtica biblia franjirroja. Que así sea.
