El Rayo Vallecano ha conseguido una victoria fundamental frente a la Real Sociedad en Anoeta (0-1) pese a no mostrarse superior en todo el encuentro al conjunto txuri-urdin. Quizás un premio excesivo, pero que compensa jornadas anteriores donde el equipo sí ha merecido la victoria.
El Rayo se cobró la venganza de jornadas anteriores
Al comienzo de la semana, salieron estadísticas mostrando la desigualdad que tenía el conjunto de Íñigo Pérez en cuanto a goles anotados y goles esperados. Este domingo, en Anoeta, el Rayo dejó muy atrás estos datos y logró anotar y llevarse la victoria en uno de los pocos acercamientos del equipo a lo largo del partido.
Un partido donde las ocasiones apenas salieron a relucir en la primera mitad, y donde el Rayo tampoco era dominador del encuentro como acostumbra. La segunda mitad mantuvo la misma dinámica, con una Real Sociedad quizás un poco más ofensiva, aunque sin un peligro muy aparente salvo en los instantes finales.
Todo apuntaba a que La Franja iba a defender el empate en un campo complejo y siempre duro, pero por justicia divina, al filo del encuentro el “Pacha” rompió la igualada y le dio tres puntos de oro al Rayo. Y sí, justicia divina porque el Rayo Vallecano lo venía mereciendo desde hace jornadas atrás.
El pasado domingo el equipo se fue de vacío cuando fue muy superior al Sevilla; tan solo se llevó un punto, tanto frente al Celta como contra el Barcelona, cuando en ambos partidos llevó la iniciativa y tuvo más ocasiones para poder llevarse sendos partidos; no sumó en el Metropolitano pese a ir por delante en el minuto 80 y cuajar una gran segunda mitad; y tampoco se llevó al menos un punto en su visita a San Mamés cuando el equipo hizo méritos más que suficientes para sumar.
Quizás en Anoeta no se haya visto la mejor versión del Rayo con balón. Pero sí a un Rayo reconocible, duro defensivamente y siempre fiel a su estilo. Esa esencia nunca la pierde, y la victoria de Anoeta se ha venido forjando desde muy atrás.
