El Estadio de Vallecas no acogerá finalmente la llegada de la tradicional San Silvestre Vallecana. Así lo ha decidido Martín Presa, presidente del Rayo Vallecano, alegando motivos deportivos y logísticos relacionados con el calendario inmediato del primer equipo.
La decisión estaría directamente vinculada al partido Rayo–Getafe, que se disputará el próximo 2 de enero, apenas unos días después de la emblemática carrera. Desde el club consideran que no existe tiempo material suficiente para garantizar el correcto mantenimiento del césped ni para desmontar toda la infraestructura necesaria tras el evento.
Presa prioriza el césped del Estadio de Vallecas a la San Silvestre Vallecana
Desde la presidencia del Rayo se habría trasladado a la organización de la San Silvestre que el club no puede asumir riesgos en un momento clave de la temporada. El césped del Estadio de Vallecas ha sido objeto de especial cuidado en los últimos meses y cualquier deterioro podría afectar de manera directa al rendimiento del equipo.
La organización de la carrera, por su parte, ya tenía todo planificado desde hace semanas: montaje del arco de meta, gradas provisionales, zonas de avituallamiento y dispositivos de seguridad. La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los responsables del evento, que confiaban en repetir un final tan simbólico como histórico en el estadio del Rayo Vallecano.
Desde el Ayuntamiento se estaría trabajando ya en un plan alternativo para la llegada de la San Silvestre, aunque reconocen que el Estadio de Vallecas era el escenario ideal y el preferido por corredores y organizadores.
El atleta español Mohamed Katir entrando en meta. Vía: PortalVallecasDesde Unión Rayo, sentimos tenerte habiendo leído todo lo anterior para decirte que es una inocentada. Hoy se celebra el Día de los Inocentes, una jornada llena bromas en la que las personas hacen inocentadas y las reciben. En definitiva, un día de alegría y celebración que se puede disfrutar junto a la familia y amigos preparando todo tipo de sorpresas, siempre, claro está, que no sean desagradables.

