Quizás los más jóvenes del lugar puedan pensar que fue un sueño, retrotrayendo al genio Calderón de la Barca, pero hubo un día en el que Vallecas soñó con hacer algo muy grande en Europa. Era la temporada 2000/01, y el Rayo Vallecano paseó su nombre por el continente europeo, llegando a ganar al Girondins de Burdeos (1-2).
Un Rayo Vallecano europeo
La clasificación para jugar en Europa llegó de la manera más inesperada posible: juego limpio. Un sorteo entre un montón de equipos del viejo continente, perpetró que la diosa fortuna cayera sobre Vallecas. El barrio viajaría a Europa.
El Rayo Vallecano conseguía avanzar rondas y se plantaba en Octavos de final. El bombo quiso que el desplazamiento fuera cercano: Burdeos. El partido de ida fue una de las mejores noches que se recuerdan en Vallecas: victoria 4-1 con un soberbio Rayo Vallecano. Ello hacía que el partido de vuelta fuera casi anecdótico.
Pero ahí estaba Juande Ramos en el banquillo, sacando un once que hizo las delicias de Vallecas y más de uno es capaz de recitar de carrerilla: Lopetegui; Alcázar, De Quintana, Ballesteros, Mingo; Luis Cembranos, Míchel, Poschner, Hélder, Quevedo; Bolo. Un once para la eternidad que hizo creer a un barrio.
El partido se puso muy de cara para los franjirrojos a los 20 minutos. Quevedo ponía un pase en profundidad a Bolo, que se quedaba solo ante Rame; el portero le arrolla y el árbitro señala penalti y expulsión. Luis Cembranos se encargaría de poner el 0-1. Poco duraría la ventaja ya que solo cuatro minutos después, el Girondins empataría el partido con gol en propia puerta de Mingo. Pero en el minuto 50, Bolo pondría el 1-2 definitivo con tiro raso.
Aquel día, el Estadio Chaban-Delmas congregó a más de 20.000 espectadores que vieron como un Rayo les dejó fuera de Europa contra todo pronóstico. Un Girondins en el que destacaba Dugarry o Pauleta, pero que se vio sorprendido en una eliminatoria de octavos de final con un contundente 6-2 para el Rayo Vallecano.
Aquel 22 de febrero de 2001 hubo una afición que durmió como nunca, un barrio que soñó con algo muy grande. Ese día, el Rayo Vallecano hizo Historia.