En 2024, las amas de casa en España, cuya labor ha sido históricamente infravalorada pese a su gran importancia social y económica, tienen derecho a una pensión de jubilación. Este reconocimiento llega en forma de una pensión no contributiva, destinada a aquellas personas que no han podido cotizar lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.
Este tipo de ayuda busca ofrecer un respaldo económico a quienes han dedicado su vida al cuidado del hogar y la familia.
Requisitos para acceder a la pensión no contributiva
La pensión no contributiva está diseñada para aquellas amas de casa que se encuentran en una situación de insuficiencia de ingresos y no han podido cotizar o sus cotizaciones son inferiores a las necesarias para una pensión contributiva. Según la Seguridad Social, los requisitos específicos para acceder a esta prestación son los siguientes:
- Tener ingresos anuales inferiores a 7.250,60 euros.
- Ingresos del núcleo familiar: si conviven con familiares, los ingresos anuales no deben superar los 12.326,02 euros para 2 convivientes, los 17.401,44 euros para 3 convivientes, o 22.476,86 euros 4 convivientes o más. En el caso de convivir con hijos, los límites se amplían a 30.815,05 euros para 2 convivientes, 43.503,60 euros para 3 convivientes, y 56.192,15 euros para 4 convivientes.
- Edad: tener 65 años o más.
- Residencia: haber residido en España durante al menos 10 años, con dos de ellos consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud.
Cuánto pueden cobrar las amas de casa por la pensión
El importe de la pensión no contributiva se determina anualmente en los Presupuestos Generales del Estado. Para el año 2024, se ha fijado en 7.250,60 euros anuales, distribuidos en 14 pagas, lo que equivale a una pensión mensual de 517,90 euros. Esta cantidad, aunque modesta, representa un apoyo significativo para quienes han dedicado su vida a labores domésticas sin remuneración.
La solicitud de la pensión no contributiva debe gestionarse a través de los servicios sociales de cada Comunidad Autónoma o, en el caso de Ceuta y Melilla, a través de las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). El procedimiento implica varios pasos:
- Reunir la documentación necesaria: se debe presentar documentación que acredite la identidad del solicitante, su situación económica y su residencia en España.
- Presentar la solicitud: la solicitud se presenta en las oficinas de servicios sociales de la Comunidad Autónoma correspondiente. En algunas comunidades, también es posible realizar parte del trámite de manera online.
- Evaluación de la solicitud: los órganos competentes evaluarán la solicitud y, de ser necesario, requerirán documentación adicional o una entrevista personal.
- Resolución: una vez evaluada la solicitud, se emitirá una resolución aprobando o denegando la pensión. En caso de aprobación, se establecerá el importe y la fecha de inicio del cobro.
La pensión no contributiva para amas de casa es un paso significativo hacia la equidad social, reconociendo el valor de las labores domésticas y de cuidado familiar. Esta prestación no solo proporciona un alivio económico a miles de mujeres mayores, sino que también visibiliza una realidad que, durante años, ha sido ignorada.
Para muchas amas de casa, esta pensión representa una ayuda crucial en la vejez, asegurando un mínimo de independencia económica. Asimismo, refleja un avance en el reconocimiento del trabajo no remunerado y su impacto en la sociedad.
La implementación de esta pensión no contributiva en 2024 reafirma el compromiso del Estado español de brindar apoyo a todos sus ciudadanos, especialmente a aquellos que, como las amas de casa, han contribuido al bienestar de sus familias y comunidades sin esperar nada a cambio. Esta medida, aunque perfectible, es un paso hacia una sociedad más justa y equitativa.
Por tanto, la pensión no contributiva para amas de casa no solo es un acto de justicia social, sino también un reconocimiento tangible a una labor que, aunque silenciosa y muchas veces invisible, es fundamental para el tejido social. Las amas de casa ahora pueden contar con un apoyo económico en su vejez, reconociendo así el invaluable trabajo que han realizado durante toda su vida.