Es una de las palabras de moda, estrés. Y es que es una sensación que está presente en el día a día de muchas personas y cada día aumenta. Afecta en muchos sentidos y uno de ellos es en el aspecto físico, produciendo tensión muscular y falta de energía. Puede ir más allá, incluso conllevar una depresión. En definitiva, que sufrir de estrés te no es bueno para rendir al máximo ni para sentirte bien.
Por fortuna, hay muchas formas de aliviar tensión. Hablamos de meditación, dieta saludable, ejercicio y mucho descanso, por ejemplo. Ahora te vamos a hablar del yoga, que puede ayudar a reducir la tensión y el dolor físico, según un estudio realizado por la International Journal of Yoga.
Las partes más importantes del yoga
El Hatha Yoga es uno de los estilos más habituales y específicos para reducir la tensión, sobre todos para aquellos que se inician en el mundo del yoga. Tiene un ritmo más lento y con movimientos más suaves. Tanto este estilo como se componen principalmente de:
- Posturas: van subiendo el nivel de dificultad según el equilibrio, la fuerza y la elasticidad.
- Respiración: hay que intentar inspirar y espirar mientras que se realiza movimiento entre diferentes posturas, lo que ayuda a relajar el cuerpo y la mente. Respirar por la nariz facilita la relajación y ayuda a reducir la ansiedad.
- Meditación: en ocasiones se inician y acaban la sesiones sentados o tumbados en el suelo y en absoluto silencio.
Las posturas y respiración de yoga no sólo son buenas para aliviar el estrés, también para reducir la tensión física. Se trata de movimientos simples y restaurativos que no requieren experiencia en el yoga para hacerlos.
Las mejores posturas de yoga para la tensión
- Postura del niño
Estira postura estira la pelvis, los muslos y los tobillos. Alivia el dolor de cuello y de espalda. Es habitual en yoga y permite al cuerpo descansar después de una postura intensa o cuando la sesión esté terminando.
- Postura del perro boca abajo
Esta es una de las posturas más habituales en yoga, porque es una forma eficaz de estirar todo el cuerpo y mejorar la circulación.
- Postura de la pinza sentada
Puede ayudar a estirar la espalda, la zona lumbar y los isquiotibiales. Puede favorecer la digestión y mitigar los síntomas del síndrome premenstrual y la menopausia.
- Postura de la pinza de pie
Es igual que la postura de la pinza sentada, pero de pie, por lo que ayuda a estirar todavía más los isquiotibiales.
- Postura de la vela
Mejora la circulación del cuerpo porque las piernas están por encima del corazón. También el sueño y el humor. Una sencilla variante de esta postura sería con una pared o un cojín como apoyo, llamada del gesto invertido.
- Postura fácil
No es más que sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, como cuando uno era pequeño y se sentaba a escuchar un cuento. Hay que evitarla si hay problemas de rodilla, pelvis o espalda.
- Postura del cadáver
Se suele dejar para los últimos minutos de la sesión y es para calmar la mente, enfriar el cuerpo y dejar ir cualquier tensión. Es relajante y restaurativa.
- Postura del bebé feliz
El bebé feliz es una postura para estirar la espalda, la pelvis y la cara interna de los muslos que reduce el cansancio. También se suele practicar durante los últimos minutos de la sesión.
- Postura gato-vaca
Utilizada para estirar la espalda a la vez que se respira lentamente. Es una flexión de espalda y normalmente forma parte del calentamiento de yoga o de secuencias de relajación. Es genial para fortalecer los discos de la columna, lo que mejora la circulación y reduce el dolor lumbar.