En nuestro alrededor, seguro que tenemos a personas con un metabolismo rápido, con un apetito feroz pero nunca suben de peso, o si lo hacen no lo notamos. ¿Quiere decir esto que unas personas tienen más facilidad para aumentar de peso? Seguramente. Y nuestras hormonas son las culpables, pero también el tipo de alimento que comemos e incluso nuestra salud intestinal.
Hay muchas teorías que tratan sobre este tema, por qué algunas personas siguen aumentando peso a pesar de seguir los consejos de una dieta. El motivo es que alguno de estos consejos son una distracción, es lo que piensa el profesor Keith Frayn, uno de los principales expertos en metabolismo a nivel mundial. Lo dice avalado por su experiencia de más de 50 años estudiando la salud metabólica y su conclusión es que las cosas las estamos haciendo más complicadas de lo que son.
Los argumentos que nos dan, según el profesor, están confundiendo a la gente sobre lo que se debe hacer. No niega que haya efectos genéticos sobre el peso corporal, pero cambian según lo que comes, no lo que se quema. Es algo que considera que la gente tiene que entender. Su libro ‘Una caloría es una caloría: la ciencia ineludible que controla nuestro peso corporal’ es un relato de la ciencia sobre el equilibrio energético, en el que disipa el mito de que algunas personas tienen un metabolismo más rápido que otro. Frayn dice que sabe que “esto es probablemente algo impopular”, pero es la realidad. Por tanto, una excusa que mucha gente utiliza.
Necesitamos comer menos y movernos más
El modelo de balance energético afirma que si consumimos más energía de la que gastamos, la diferencia se almacenara. Si es al contrario, se agotará y ahí vendrá la pérdida de peso. Pero esta teoría se ha vuelvo impopular, se considera que no puede ser tan simple, de lo contrario no estaríamos dónde estamos, asegura Frayn.
Esta sospecha de que la pérdida de peso es algo más que las calorías que entran por las que salen ha llevado a muchos científicos y una serie de influencers a plantear teorías alternativas, discutidas también por el profesor.
Cortar carbohidratos para bajar de peso
Asegura que hay que dejar a un lado el pan blanco y el arroz si queremos perder peso. Se basan en que se convierten rápidamente en azúcar y posteriormente en grasa. Ha sido promovido durante años, lo que ha hecho que mucha gente se preocupe por los picos de azúcar y siga dietas bajas en carbohidratos.
Según Frayn, “no estoy convencido de que los picos de azúcar en sangre sean malos para la salud. No hay mucha evidencia de esto, más allá de que te dan hambre más rápidamente, lo contrario que ocurriría si se comen frutas o verduras, que tardan más en ser procesados y mantienen a las personas llenas por más tiempo”.
Por tanto, no es que los carbohidratos sean más propensos a ser puestos como grasa, sino que más bien te animan a comer más calorías en general, afectando el equilibrio energético.
El ayuno intermitente te hace más delgado
Popularizado por Dr. Michael Mosley, cuya dieta 5:2 resultó inmensamente popular como método para perder peso, sugiriendo que fomentaría un período de quema de grasa. Sin embargo, la investigación sugiere que el ayuno de día alterno es tan efectivo como una dieta típica baja en calorías para la pérdida de peso.
El profesor asegura que “la alimentación con restricción de peso es una forma de alterar la ingesta de energía, no cambian el principio subyacente del equilibrio energético”.
La dieta te engorda
La teoría sugiere que cuando se hace dieta después de un tiempo nuestros cuerpos lucharán contra la reducción de la ingesta de calorías aumentando la sensación de hambre. Frayn considera que “cuando tienes una ingesta restringida, tu gasto energético disminuye, eso queda claro. La pregunta es cuánto tiempo persiste”. Añade que cuanto más tiempo se pasa “con bajo peso, más fácil se vuelve porque se acostumbran a una forma diferente de comer y hacen más ejercicio”.
¿Cómo conseguir el equilibrio?
El profesor Frayn quiere que pensemos en cómo nos movemos. “El ejercicio es algo especial. Necesitamos hacerlo todos si es posible. Afecta nuestro equilibrio calórico de una manera que tal vez ni siquiera entendamos todavía”.
Lejos de ser desalentador, recordar el modelo de equilibrio energético puede resultar empoderante. “No hay nada de malo en darse un capricho de vez en cuando. En última instancia, se trata de equilibrio”.
