La seguridad en las carreteras nunca está de más y hay que seguir haciendo todo los posible para que el número de vidas que se pierden al volante se reduzca de forma considerable año tras año, algo que por desgracia no ha pasado últimamente. Por eso, desde la Dirección General de Tráfico se siguen poniendo en marcha medidas para prevenir los siniestros en nuestra red de carreteras, desde nuevas señalizaciones hasta multas por maniobras que antes no tenían sanción.
Por estas medidas nos hemos encontrado durante los últimos meses señales que antes no conocíamos. Entre ellas, una de color naranja cuyo objetivo es avisar de un tramo de riesgo por accidente y en el que es posible que haya instalado un radar móvil de la Guardia Civil. Otra es la que se instaló en las cercanías de los colegios y con un diseño llamativo: un beso entre un padre y una hija a la que está dejando en el centro educativo. La pequeña está situada en el otro lado de la ventanilla del asiento del piloto.
El verde, nuevo color y significado según la DGT
Seguramente muchos no lo saben, pero hace unos 60 años en España las formas de las señales de carretera eran mucho más irregulares y diferentes. Fue a partir de la Convención de Viena en 1968 que la Unión Europea unificó los criterios en los diseños de las señalizaciones de los países miembros para evitar confusiones. Así, se dividieron en circulares (prohibición), triangulares (peligro) y cuadradas (información u orientación).
Una de las señales más conocidas es la del límite de velocidad, con el número máximo en el centro y un círculo rojo alrededor. Pero en los últimos meses se han visto versiones alternativas a esta con el círculo exterior verde en lugar de rojo. ¿El significado? Pues que ha pasado de ser una prohibición a una recomendación. Ahora es aconsejable no pasar ese máximo de velocidad fijado en la señal. Eso sí, si conviven ambas, de color rojo y verde, prevalece la primera.
Han aparecido más señales
Hubo más novedades en los últimos meses. Los conductores se han encontrado con una en la que se puede leer ‘Beso y adiós’, la mencionada anteriormente que se sitúa en las inmediaciones de los colegios. Esa señal permitirá a los padres el poder detenerse frente a un centro escolar para despedirse de los pequeños, pero sin afectar a la circulación de las vías principales.
Esta señal permite el estacionamiento para la subida al coche y bajada del mismo de los escolares en las horas de entrada y salida de clase y está en vigor los días de colegio. La zona está delimitada por una serie de hexágonos de diferentes colores pintados sobre la calzada. Se marca por tanto el lugar en el que los padres pueden detenerse para despedirse de sus hijos.
Otra que apareció en 2024 fue una de color naranja y rectangular en la que pueden verse varios tipos de vehículos con una indicación de distancia y lo que parece un logo de un radar. No nos avisa de la presencia de un radar, sí de que estamos entrando en un tramo de alta siniestralidad y en el que existe alto riesgo de accidente. Eso sí, no se descarta que agentes de la Guardia Civil hayan podido instalar controles móviles para registrar la velocidad de los vehículos.
Esta señales se instalaron después de un estudio realizado por Dirección General de Tráfico sobre en qué tramos de carreteras secundarias de nuestro país había un mayor riesgo de accidente.
En el futuro habrá más medidas y seguramente se presenten mas señales de tráfico, siempre con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre los peligros que hay en la carretera.