Son 1.400 km² de auténtico espectáculo. Nos referimos a las Islas Feroe, un archipiélago danés rodeado de las frías aguas del Atlántico norte y que nos regala un sinfín de paisajes: verdes llanuras, montañas rocosas, acantilados escarpados y un largo etcétera. Entre todos ellos, hay uno que destaca por su extraordinaria belleza y por su ubicación, pues está situado al borde de un acantilado: el lago Sørvágsvatn.
Una maravilla de la naturaleza
El archipiélago de las Islas Feroe emerge del mar a mitad de camino entre Escocia e Islandia y su territorio vecino más cercano está a más de 250 kilómetros. Es la isla escocesa de North Rona. Está formado por 18 islas de origen volcánico y 17 de ellas se encuentran habitadas. Es en la isla de Vágar en la que encontramos el impresionante lago de Sørvágsvatn.
Hablamos del mayor lago de todas las islas, que se extiende más de seis kilómetros y alcanza una profundidad de 59 metros. Más allá de sus dimensiones, lo que llama la atención es su ubicación, ya que desde ciertos ángulos parece que está ‘colgando’ de un acantilado. Este lago está casi en el océano, únicamente le separan pocos metros de distancia.
30 metros de cascada y muchas leyendas
Este lago es uno de los puntos más populares y fotografiados de las Islas Feroe y cuando lo conoces no extraña. Se puede descubrir a través de una agradable ruta de unas dos horas, entre ida y vuelta, desde el pueblo de Vatnsoyrar, hasta el sur, donde deja caer sus aguas al océano bajo el nombre de cascada de Bøsdalafossur, de 30 metros de altura.
Otra opción es un paseo en barco por las propias aguas del lago de Sørvágsvatn y contemplar el paisaje desde otra perspectiva.
Por último, esta visita se puede finalizar asomándose al espectacular acantilado bautizado como Trælanípan, al este del salto de agua. Desde este punto, en la época vikinga, se dice que se lanzaban a los esclavos que desobedecían a sus amos.
Curiosidades de las Islas Feroe
Las Feroe pertenecen de manera oficial a Dinamarca, pero están autogobernadas en la mayoría de asuntos. Sus 18 islas están separadas por estrechos y fiordos, pero unidas por una red de carreteras, túneles y líneas de ferri.
No es un territorio muy extenso y cuenta con 55.000 habitantes, una cifra que resulta irrisoria si se compara con el número de ovejas, con alrededor de 80.000. Este reducido número de habitantes, en el que coinciden hasta 80 nacionalidades, cuenta con una de las esperanzas de vida más altas del planeta, está en la posición 12 del ranking mundial.
Otro datos a tener en cuenta:
- El 50% de la energía el archipiélago es renovable.
- Sólo hay cinco semáforos en todas las islas.
- En el país se encuentra la primera rotonda submarina del mundo.
- Ningún punto del territorio está a más de cinco kilómetros del mar.
- El número personal del presidente del Gobierno aparece en la guía telefónica.
Una buena gastronomía
Islas Feroe también es gastronomía, con una cocina tan interesante como su territorio. Desde el cordero fermentado al pescado secado al viento pasado por la cabeza de oreja. Estas son algunas de las elaboraciones que se preparan en este país y siguiendo los métodos tradicionales que han ido pasando de generación en generación.
Y más mérito para su gastronomía, porque en sus tierras apenas crece nada. Únicamente se cultiva algunas hortalizas. Pero esto no ha impedido que la cocina de Islas Feroe sea brillante e innovadora.
Uno de los referentes era el restaurante KOKS con dos estrellas Michelín. Aunque se trasladó a Groenlandia, regresó en 2024 a Islas Feroe con la idea de seguir ofreciendo su delicioso menú que añade un toque de creatividad a los ingredientes y técnicas tradicionales.