Una nueva estafa se encuentra activa y en auge entre los conductores que están de paso por Italia, especialmente en Nápoles. Los ladrones se las han ingeniado para encontrar una solución, aunque muy sencilla y, al mismo tiempo, muy efectiva para aprovecharse en estos momentos de la distracción y de la buena fe que las personas muestran al día de hoy. La técnica operativa consiste en colocar un billete, normalmente de 50 euros y casi siempre falso, en el parabrisas de un coche que esté estacionado o detenido. El propietario del coche, al ver el dinero, cree que ha tenido buena suerte o, al menos, que está ante una curiosidad que merece la pena. Precisamente esto, un instante de duda, es lo que necesita un ladrón de coches. Ya en el momento que el propietario del coche decide ir a recuperar el dinero, comienza la verdadera actuación.
Cómo funciona la estafa
El modus operandi no puede ser más sencillo, dado que los ladrones esperan el momento de máximo apogeo para actuar. De hecho, colocan el billete cuando un coche está parado en una calle poco transitada o bien cuando un coche está parado ante un semáforo. En principio, el billete en el cristal podría pasar por un folleto de publicidad, pudiendo no despertar la suspicacia necesaria. El problema vendrá, sin embargo, en el momento que la misma persona que conduce el coche se percata de que tiene enfrente un billete que aparenta ser de dinero en efectivo. El instinto natural suele ser el de salir del vehículo para recogerlo, pero eso es un error. En ese mismo instante, ya los ladrones se encuentran preparados: si el motor del coche se encuentra en marcha, lo tienen fácil, ya que pueden subirse al coche y huir en cuestión de pocos segundos. Incluso si el coche ha sido apagado, pueden intimidar al conductor o simplemente aprovechar la situación que dura el tiempo que tarda la persona en cerrar el coche. Esta forma de engaño no solo conlleva un peligro económico derivado de la pérdida del vehículo, sino también un peligro físico para la víctima, que se encuentra en una posición natural y vulnerable delante de los bandidos.
Más allá de Italia
Aunque la estafa es original de Nápoles, ya se han encontrado indicios de ella en otras ciudades italianas, que provienen de la información de las propias autoridades locales, y de aquellas personas que han compartido su experiencia en las redes sociales. Según estas últimas, los objetivos son los turistas del norte, conduciendo automóviles normalmente de gama alta, que, como se puede pensar, son un objetivo perfecto para los delincuentes. Lo peor es que se teme que el mismo sistema pueda también extenderse a algunos de los otros países europeos que habitualmente serían visitados por los turistas. La rapidez y la simplicidad de la estafa motivan a nuevos estafadores a intentar replicar lo que ya ha sido ejecutado en sus entornos urbanos.
Precaución ante hechos extraños
Si te encuentra un billete en la luna del coche, no te bajes. Debes buscar una referencia urbana segura, concurrida y la situación debe llevarse a cabo desde esa posición de visibilidad para la situación que se ha suscitado, y esto puede ser suficiente como respuesta para frustrar por completo cualquier plan desarrollado por los delincuentes.
Las estafas se transforman permanentemente. Desde las tecnológicas a las más rudimentarias, los delincuentes no cesan en intentar aprovecharse de la distracción o de la ignorancia de las personas». La mejor forma de no ser víctima es la prevención: tranquilidad, control del impulso, y seguridad, ante todo. No importa si estás en Italia o en el país que sea, ten siempre presente la frase «lo que parece muy bueno no es cierto y si lo es, entonces ya no es bueno». Así que hazlo y actúa con precaución ante la sospecha. Es preferible perder con un billete falso a ser víctima de un robo o de cualquier otra cosa: mantén los ojos abiertos y las puertas cerradas.