La depresión no sólo llega a la personas, también a los animales, a las mascotas que podamos tener en casa. Por ejemplo, si tu perro no quiere jugar ni comer es posible que esté deprimido, aunque no son estos los únicos síntomas que puede mostrar el canino.
Desde la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alberto Tejada explicó que las mascotas también se pueden deprimir. Para el académico, un perro puede caer en depresión cuando se le obliga a adaptarse a un nuevo ambiente y no lo consigue o cuando se le entrena para que sea violento o se le educa con métodos como castigar y tratar violentamente.
Otras opiniones también hablan de cambios en la rutina, miedos o fobias o el estilo de vida. Algunos de estos factores pueden provocar la depresión, pero a menudo los dueños no reconocen el cambio de estado de ánimo de su perro, no saben que pueden hacer cosas muy sencillas para mejorar la vida de su mascota y dejar atrás la depresión.
Síntomas de la depresión en un perro
- Está retraído y muestra poco entusiasmo por el ejercicio, los juegos o por participan en cosas que antes le gustaban.
- Duerme más de lo habitual
- Pierde el interés por la comida o puede haber cambios en sus hábitos alimentarios.
- No puede calmarse, se muestra inquieto, no duerme bien, no lo hace de manera profunda o se han producido cambios en sus patrones de sueño.
- Tiene cambios en su comportamiento a la hora de masticar, el aumento de su reactividad, la pérdida de control de esfínteres e incluso la agresividad.
- Pierde peso
- Falta de atención
¿Qué hacer si el perro está deprimido?
Los expertos consideran que lo primero para tratarlo es reconocerlo y una buena forma para saberlo es realizar la siguiente evaluación de la salud mental del animal:
- ¿Ha cambiado algo en su vida cotidiana?
- ¿Hace las mismas actividades?
- ¿Mantiene el contacto habitual con el dueño?
- ¿Pasa el dueño suficiente tiempo de calidad con el perro? Ya sea jugando, haciendo ejercicio, adiestramiento…
- ¿Se aburre el perro? ¿Se puede solucionar con más juegos, paseos?
- ¿Tiene ahora miedo o fobias que antes no tenía?
Una vez se ha realizado esta comprobación, el dueño debería tener una idea clara de lo que el perro necesita de él para mejorar su estado de ánimo y encontrar la forma de conseguirlo. Una buena solución, en el caso de no poder realizar todos los cambios necesarios, es ofrecerle más cariño y proponer actividades para su distracción.
¿Cuándo buscar ayuda por depresión canina?
Si el estado de ánimo o el comportamiento de un perro ha cambiado de manera repentina y el dueño no encuentra razón, lo ideal es que acuda a un veterinario para saber si hay alguna causa clínica.
En el momento en el que se verifique que el estado de salud del perro es bueno habría que consultar con un etólogo que pueda examinar cualquier cambio o problema de comportamiento y así ayudar al dueño para conseguir la mejora del estado de ánimo y el día a día de su perro.
Es importante no perder de vista el lenguaje corporal del anima, pues ayudará al dueño a comprender su estado de ánimo general.
Los gatos también padecen depresión
A muchos les puede parecer poco creíble, Alberto Tejada detalló que los gatos también se deprimen y, al contrario que los perros, estos se quedan quietos y su actividad es prácticamente nula.
La depresión en ello se presenta en situaciones que les son hostiles, cuando les falta un humano o no tienen estímulos. Además, puede darse de igual manera por la ausencia de comida o cuando les falta su propio espacio.
