La cerveza es una de las bebidas más apetecibles para el verano, pero no una cualquiera. Uno siempre busca que sea la de su marca favorita, que esté a la temperatura ideal y en el recipiente que más le gusta. Pero no siempre ocurre. Por eso, camarero y usuario de la red social TikTok, @eldel_barr, ha dado una serie de consejos a todos aquellos que suelen pedir botellines de tercio o quinto en los bares, sobre todo en la época veraniega.
Para este camarero, “hay un problema entre el calor y la cerveza. Si hay gente en pleno verano en un negocio, no pidáis tercios o quintos porque es que el botellero no da tiempo a que bajen los grados”. Todo porque “se abre unas 50.000 veces al día”. Seguidamente da la solución: “Para evitar que la cerveza esté caliente, en vez de quejaros y devolver el tercio y tener que poner otro y devolver otra vez… que no nosotros no pareamos de perder dinero, pedid de grifo, grifo de cerveza, que está congelado y eso va de lujo”, comentó. Y de nuevo remarcó: “No volved a pedir tercios y quintos en verano si no queréis encontrároslos calientes porque no tenemos un congelador sólo para vosotros, tenemos lo que tenemos todo el año: un botellero que se abre muchas veces”.
En los comentarios que se pueden encontrar en su perfil de la red social son muchos los que dicen que todo el amante de la cerveza sabe esto, pero otros se han quejado: “Pediré lo que me apetezca y si no lo tienes me voy a otro bar…”. Es una de las respuestas que tiene. Otras, las siguientes: “Sí hombre, me tomo lo que tú digas”, ironiza otro. O la de “un buen botellero que se abra debe tener la bebida bien fría”.
¿Cuál es la diferencia entre cerveza de barril y de botella?
Los verdaderos amantes de la cerveza lo distinguen a la primera, la cerveza de barril ofrece una experiencia sensorial totalmente diferente a la de una botella y esto se debe a su mayor contenido de dióxido de carbono. Según los expertos, este gas se encuentra alrededor de un 5% más en la cerveza de barril, lo que influye en su sabor, que es mucho más fresco y picante que la cerveza de botella.
Una de las claves es que las cervecerías no pueden simplemente aumentar la carbonatación en botellas debido a la presión adicional que causaría problemas en el embotellado y podría hacer que el tapón de corona se salga. Sin embargo, un barril sí puede soportar esa presión tan alta sin inconvenientes, permitiendo a la cerveza mantener más ácido carbónico.
También hay que tener en cuenta otro factor, como es la protección contra la luz. A pesar de que las botellas sean de vidrio oscuro, no protegen completamente de los rayos ultravioletas que alteran el sabor de la cerveza, generando un aroma ácido. En cuanto a la cerveza de barril, se almacena en un contenedor opaco, manteniéndola protegida de forma óptima hasta su consumo.
¿Adiós a la cerveza de siempre?
Los fieles a la cerveza tienen malas noticias, si hacen caso a lo que dicen algunos científicos. Estos han alertado de que los efectos del cambio climático van a provocar que el sabor de la misma cambie en el futuro. En las investigaciones realizadas se obtiene como resultado que la producción de las variedades de lúpulo que dan a la cerveza su amargor característico ha disminuido un 20% desde la década de los 70. Las previsiones de cara al futuro no son buenas. Se cree, por parte de los científicos, que de cara al año 2050 los ácidos alfa de lúpulo, que también dan a la cerveza su amargor, se reducirán un 31%.
La BBC británica informó que el problema se debía a que la subida de las temperaturas y de la sequía están dificultando el cultivo de materias primas de calidad, sobre todo en República Checa y Alemania, dos países clave para ello.
