Las tareas del hogar son imprescindibles y, habitualmente, son sencillas. Pasar la escoba o la fregona, limpiar el baño, fregar los platos… se nos puede dar mejor o peor, pero no son actividades complicadas. Sin embargo, también hay algunas que nos dan mucha pereza, como limpiar las persianas o planchar la ropa. Pero para lo primero tenemos la solución y sí, te vamos a dar un truco para dejarlas como nueva también por fuera aunque vivas en un décimo y sin arriesgar la vida.
Y es que estamos de acuerdo en que a veces hay labores del hogar que se nos atragantan. Especialmente las que nos llevan más tiempo o las que no sabemos muy bien cómo enfrentar. Que es lo que nos pasa con las persianas cuando llega el momento de limpiarlas por fuera. Hay personas que no saben cómo afrontar ese momento, otras que directamente lo que hacen es descolgarla para poder limpiar varilla a varilla, pero esto muy cómodo y rápido no es precisamente.
También hemos visto a muchas personas arriesgando la vida para limpiar sus persianas por fuera sentadas en el alféizar de la ventana. Eso es una locura que no debemos bajo ningún concepto cometer. Y más, cuando hay un truco que nos facilitará muchísimo esta tarea. Es curioso que nunca nos hayamos fijado en lo fácil que es desarrollar esta labor doméstica.
Truco para limpiar las persianas
El método es muy sencillo, y es que cuando tengamos las persianas sucias será tan fácil como abrir el cajón de la persiana, ese lugar en el que se guarda la persiana una vez que la subimos y la enrollamos arriba. Este lugar está cerrado de forma hermética, por lo que si no lo hemos abierto en mucho tiempo no será fácil abrir probablemente, pero se puede abrir aunque haya que hacer un poco de fuerza.
Del mismo modo hay algunos cajones que se cierran con tornillos u otro tipo de enganches en el frontal. Así que antes de forzar su apertura estudia bien que no existan ese tipo de cierres o podremos romper el plástico y nos saldrá bastante cara la limpieza. Por lo que será mejor inspeccionar con cuidado y esmero antes de empezar a aplicar la fuerza bruta.
Una vez que sepamos cómo ejecutar la apertura y hayamos abierto el cajón hermético de la persiana la enrollamos al completo e iremos limpiando poco a poco como agua, jabón y algún desinfectante toda la persiana. Según vayamos teniendo trozos limpios iremos desenrollando la persiana, que quedará al aire y así se podrá incluso secar sin que tengamos que hacer nada.
Ojo que si tenemos la persiana muy sucia también podremos aplicar productos más fuertes como el amoniaco, la lejía o el vinagre de limpieza, eso sí, sin mezclar estos productos, ya que es peligroso.
Finalmente, una vez que tengamos limpia toda la persiana será momento de cerrar nuevamente el cajón, pero cuidado, que antes debemos asegurarnos de que el cajón también esté limpio, si no nuestro trabajo se chafará y la persiana volverá a ensuciarse rápidamente.
Ya lo último que tendremos que hacer será limpiar la persiana por dentro, que esta es la tarea más sencilla. Y listo, persianas como nuevas y no nos llevará ni diez minutos. Así que ya no tendremos que acumular la suciedad en las persianas como síntoma de nuestra pereza.
Ahora limpiar las persianas no será una de esas tareas que más pereza nos da, ya que ahora tenemos las claves para hacerlo de manera muy sencilla y sin hacer grandes esfuerzos. Tus persianas lucirán como nuevas a partir de ahora.
