Desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha analizado el sector de la formación para los conductores en nuestro país y tras el estudio se propusieron varias medidas que ayuden a abaratar el coste del carnet de conducir. Una de ellas sería la de permitir la conducción acompañada con tutores no profesionales, algo que ya se hace en algunos países de Europa.
Si se decide apostar por este modelo, los aspirantes a tener el carnet de conducir podrían salir a la carretera sin la compañía de un profesor a su lado y en un coche sin pedales en el asiento del copiloto. Con tener al lado a un padre, madre o amigo adulto con carnet de conducir sería suficiente.
La respuesta de las autoescuelas
No se hizo esperar la contestación de los profesionales de las autoescuelas, que alertaron de los riesgos para seguridad vial de una posible medida que no se descarta desde la Dirección General de Tráfico (DGT). Es más, Grande-Marlaska, ministro del interior, aseguró durante un acto que es “una posibilidad abierta” la de permitir el modelo de tutores acompañantes.
Para las autoescuelas: “Los vehículos con doble mando no son un capricho, ni un obstáculo, sino un estándar de seguridad que permite al profesor de autoescuela intervenir de forma inmediata ante cualquier situación peligrosa durante el aprendizaje”, argumentaron en una nota desde la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
La Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES) también se pronunció en la misma línea que CNAE: “Si el objetivo es mejorar la formación, no comprendemos que se considere que un ciudadano cualquiera, con experiencia, pero sin habilidades formativas, pueda enseñar a conducir bien, y menos en un vehículo sin doble pedal”, declaró su presidente Álvaro Llamas.
Llamas, además, se hace la siguientes preguntas: “¿Si hay un siniestro, quién de los dos se va a hacer responsable? ¿Quién nos garantiza que ese tutor no va a trasladar al aspirante sus malos hábitos y costumbres al volante?”. Asimismo, denuncia la “voluntad de ningunear el trabajo de los profesionales del sector”.
CNAE destaca la “figura del profesor de autoescuela como un profesional altamente capacitado y certificado por la DGT tras superar un riguroso proceso de formación y evaluación”. Estos profesionales, añade, “cuentan con habilidades pedagógicas” con las que transmiten “sus conocimientos avanzados en Seguridad Vial” de un modo “estructurado, seguro y efectivo”.
El modelo actual
En estos momentos, sólo las autoescuelas autorizadas pueden enseñar a conducir. Para conseguirlo, se debe obtener un certificado de profesor de formación vial emitido por la DGT. Los exámenes tiene dos partes eliminatorias, una de forma teórica online (que imparte Tráfico) y otra presencial de la que se encargan empresas especializadas en formación.
Los exámenes de conducir
Llamas cuenta que “son 260 horas prácticas y varios menes de formación teórica y con el nuevo ciclo de FP Superior en Técnico en Movilidad Segura y Sostenible, esas horas se elevan a 2.000”. Por tanto, “esto no puede compararse con la formación que haya recibido un conductor cualquiera, por mucha experiencia que tenga circulando”.
Desde la CNMC se han analizado otros aspectos relacionados con el sector de la formación vial “para reducir barreras a la actividad de las autoescuelas” y se proponer revista la obligación de ser titular de un vehículo y un local físico.
En cuanto a la gestión de los exámenes de conducir, la CNMC reconoce que “ha mejorado en los últimos años” pero cree que “todavía existe margen para hacerlo más equilibrado y transparente, además de dar una mayor capacidad de elección a los alumnos”. Desde la CNMC se alerta de que “la falta de transparencia y acceso a información clave puede perjudicar a los alumnos” y que con el sistema actual los aspirantes “no pueden hacer gestiones directamente con la DGT ni consultar datos importantes”, como por ejemplo las tasas de aprobados de cada autoescuela.
