Los trabajadores con ingresos más bajos son los que más nota la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y no siempre de forma positiva, como ha ocurrido en esta ocasión. En este 2025 el incremento ha alcanzado los 1.184 euros mensuales en 14 pagas, unos 700 euro mas al año. Pero esa buena noticia se contrarresta con que quienes reciban el SMI tendrán que pagar el IRPF, algo que puede tener un importante impacto fiscal en la Declaración de la Renta.
El problema está en que el Gobierno no actualizó en su momento el mínimo exento de declarar a Hacienda, una cantidad que en años anteriores coincidía con el SMI. Esto significa que un grupo de trabajadores que antes de tenía que pagar el IRPF ahora sí estaría obligado a hacerlo y esto conllevaría un gasto inesperado que además reduciría el beneficio real propiciado previamente por el aumento salarial.
Es en este punto donde adquieren importancia las condiciones personales de cada uno de los contribuyentes, sobre todo si tienen más de un pagador. Para ellos se les complica la situación, ya que podrían verse obligados a tener que pagar hasta 800 euros en la próxima Declaración de la Renta.
¿A quién afecta el impacto fiscal del SMI?
Principalmente a aquellas personas que están cobrando el salario mínimo y además cuentan con más de un pagador. La norma establece que si los ingresos de un segundo pagador superan los 1.500 euros anuales, el umbral para estar exento de hacer la Declaración baja de los 22.000 euros a los 15.000 euros.
Así, muchos trabajadores con contratos temporales o que han trabajado en más de una empresa el mismo año podrían estar obligados a pagar impuestos que antes no tenían que pagar. En este grupo, los solteros y sin hijos son los que más sufrirán este cambio puesto que no podrán beneficiarse de deducciones o reducciones familiares.
¿Cuánto se pagará de IRPF si tienes más de un pagador?
Aunque desde el Ministerio de Hacienda se aseguró que la mayoría de los trabajadores con SMI seguirán sin pagar impuestos, los que tienen más de un pagador pueden encontrarse con una factura inesperada y que podrían alcanzar los 800 euros de más al presentar la Declaración.
Los que tenga cargas familiares verán una diferencia notable en su tributación. Para verlo de forma más clara, el siguiente ejemplo: un trabajador con pareja e hijo de menos de tres años no pagará retenciones de IRPF. Por el contrario, una persona en la misma situación con un hijo mayor de tres años pagará unos 99 euros anuales en impuestos, una cantidad muy inferior a los 1.109 euros que habría pagado con un modelo fiscal al que había en gobiernos anteriores.
¿Cómo prepararse para esta carga fiscal inesperada?
Muchos trabajadores vivirán un escenario nuevo y quizá no cuenten con la información necesaria para saber cómo actuar. Por ello, se recomienda revisar la situación fiscal lo más pronto posible y se dan varios consejos:
- Consultar con un experto sobre la materia, asesor fiscal, para determinar si conviene o no solicitar una retención voluntaria en la nómina y evitar sorpresas en la Declaración.
- Guardar una parte del salario extra recibido para cubrir el posible pago de impuestos si tuviera que realizarse.
- Revisar las deducciones fiscales disponibles, especialmente en el caso de tener hijos u otras cargas familiares que puedan conllevar una reducción de la base imponible.
Tras todo esto vemos que la subida de SMI supone un avance en términos de poder adquisitivo para los trabajadores con ingresos más bajos, pero también hay que tener en cuenta las implicaciones que pueda tener.