El mercado petrolífero puede vivir un cambio importante respecto a los últimos años. Y es que el gigante estadounidense de combustibles fósiles Exxon descubrió casi 11.000 millones de barriles de petróleo en las aguas de Guyana, un país de Sudamérica ubicado en la costa del Atlético Norte. Este ha sido uno de los descubrimientos más destacados de la última década y puede hacer que EEUU se olvide de Venezuela.
Guyana, en estos momentos, tiene la reserva de petróleo con mayor crecimiento del mundo y aunque su gobierno tiene políticas en defensa del medioambiente, muchos ven en este país fronterizo con la Venezuela de Nicolás Maduro a un nuevo aspirante a ser un petroEstado. Eso sí, los más críticos tienen claro que los beneficios irán sobre todo a Exxon, más que para las arcas de Guayana.
Una vía a la prosperidad
Desde que se hizo el descubrimiento, el gobierno de Guyana, a pesar de sus políticas pro medioambiente, lo acogió como una vía de hacia la prosperidad tanto de sus habitantes como de la economía nacional. Así, David Granger, presidente en el momento del hallazgo, aseguró que “los recursos petroleros se utilizará para brindar una vida digna a todos, todos los guayaneses se beneficiarán”. La expansión de esta reserva ha propiciado un gran impacto en términos económico en el país, provocando un incremento del 33% del PIB en 2023 y más de un 40% en 2024. A pesar de todo los críticos han aparecido y acusan a los políticos de desaprovechar su liderazgo climático al apostar claramente por los combustibles fósiles, especialmente por la enorme vulnerabilidad de Guaya al cambio climático.
Pese a que gran parte de la población acoge con esperanzas y gratificación la nueva industria petrolífera, las estadísticas económicas de Guyana no reflejan una prosperidad real para sus habitantes, dado que al mismo tiempo se está produciendo un aumento de los precios, llegando a incrementar la inflación un 6,6%. Desde la organización Red Thread, que se enfoca en mejorar las condiciones de vidas de las mujeres guyanesas, se declaró que “desde que comenzó la extracción de petróleo en el país, hemos notado que el costo de vida se ha disparado”.
El equilibrio climático y el petrolero
El actual presidente del país, Irfaan Ali, afirma que es posible conseguir un equilibrio entre el cuidado climático y la explotación de combustibles fósiles puesto que la nueva riqueza petrolera permitirá el desarrollo del país y esto incluye la construcción de adaptaciones climáticas como diques.
Pero existe la preocupación de que Guyana pueda convertirse en víctima de la maldición de los recursos, según la cual una nueva y enorme riqueza pueda en realidad empeorar la vida de quienes viven allí: “Ese dinero extranjero y esa repentina avalancha de oportunidades, combinados con una mano de obra y capacidades gubernamentales muy limitadas, a menudo resultan en mucha corrupción”, según Michael Ross, profesor de la universidad de UCLA.
Las opiniones no coinciden
No hay consenso en cuanto a cómo se debe actuar, si se debe explotar al máximo la reserva o no, y eso que Exxon aseguró que tendría un impacto positivo en el país con más de 6.200 puestos de empleo, además de la inversión de más de 2.000 millones de dólares en empresas locales y 43 millones en proyectos comunitarios.
Pero, por otro lado, está la cara B: alquileres más altos y aumento en el precio de los alimentos, por lo que se ve el petróleo, por parte de muchos, como una maldición más que como una bendición para Guyana y sus habitantes.
