El avance tecnológico se está produciendo a una velocidad muy alta, lo que hoy es una novedad, mañana puede necesitar una actualización. Esto tiene ventajas para todos, pero también inconvenientes, sobre todo en el ámbito de Internet. Así, son muchas las estafas que han aparecido en el día a día y parte de ellas buscan hacerse con los datos personales o bancarios de una persona con técnicas muy sofisticadas.
Hasta hace poco, las amenazas en la web se ceñían a los métodos tradicionales, a los ataque virtuales. Entre ellos estaba el phishing. el ransomware o la ingeniería social. Estos todavía siguen presentes y se han sumado otro muchos, por lo que número de delitos sigue en aumento.
El funcionamiento de una nueva estafa
La forma de proceder de los ciberdelincuentes no es, en apariencia, muy complicada y está siendo muy efectiva. Para iniciar esta tipo de ataque hay dos formas de hacerlo, mediante un mensaje o a través de una llamada. En ambos casos, habrás detalles que son formales: logos oficiales, número de expediente (falso), referencias a normas y leyes y, como no, un tono serio y urgente que no permite a la víctima tener tiempo para reflexionar sobre lo que está sucediendo.
La persona a la que se dirige el ataque se le indica que tiene que comparecer ante un departamento central por motivos que pueden variar. Puede ser por una investigación en curso, cargos pendientes, supuesta participación en delitos informáticos o hacer un uso indebido de sus datos, entre otros. Todo con el objetivo de generarle miedo e inseguridad, lo que hace que en muchos casos esta persona caiga en la estafa y llame a los números facilitados o respondiendo a otras llamadas.
¿Qué es lo que busca el delincuente?
Establecido el contacto directo con la víctima, el siguiente paso del delincuente es el de pedir datos personales: número de DNI, dirección del domicilio, cuentas bancarias e incluso en ocasiones claves, bajo el pretexto de verificar la identidad o acelerar el proceso. En otras ocasiones, se actúa de forma más directa y se pude un pago de una supuesta tasa administrativa para no tener que hacer frente a una sanción o comparecencia judicial. De esta manera, el estafador además de conseguir una suma de dinero también tiene los datos de la cuenta bancaria utilizada para realizar el pago.
Otro peligro que se suma
Durante los últimos años ha aparecido una figura que ha cambiado el mundo de la estafa online. Se trata de la Inteligencia Artificial, que ha sido aprovechada por los ciberdelincuentes para hacer todavía más precisas su técnicas de engaño. Uno de los métodos que más fuerza ha cogido es la suplantación de identidad.
Mediante la IA, los estafadores consiguen imitar la voz y la imagen de cualquier persona sobre la que tenga un mínimo de recursos audiovisuales, como un archivo de voz o imagen. Así, suplantan la identidad de una persona y la utilizan para mandar un mensaje, a menudo pidiendo dinero o datos personales a cualquiera de los contactos.
Entre los consejos que se dan para evitar caer en este tipo de estafas están:
- Verificar que estamos ante una web segura y legítima, para lo que hay que comprobar la URL.
- Mantener el software del teléfono móvil y ordenador actualizado. Los desactualizados tiene las defensas desfasadas y esto hace que los ataques puedan tener más éxito.