Las dificultades de una amiga con su perro hicieron que Amanda Metcalfe se formase como adiestradora canina. Su amiga “estaba muy desesperada y no encontraba ayuda”, por lo que decidió ayudarla para que lo abandonase al animal, porque “cuando la gente encuentra obstáculos, lamentablemente, ocurre”. Una vez dentro de este mundo, Amanda cree que lo que lleva a ello no son solo “problemas de conducta, también hay muchas familias que tienen dificultades para conciliar su vida laboral, algún problema de salud, una cierta edad y no pueden pasearlos”. Y los paseos son claves para el bienestar físico y mental de los animales, siendo lo ideal que tengan “una hora o mínimo 40 minutos de duración”.
En la actualidad Metcalfe tiene entre sus tareas las de pasear a perros cuyos dueños no pueden hacerlo y en estos momentos hace cinco al día, adaptando el paseo a las necesidades de los animales y también de las familias, pero suelen ser por las mañanas porque es “cuando menos tienen” estas. Lo ideal para los paseos es que se combinen “zonas urbanas y zonas verdes”. Las primeras permiten que el perro “sea expuesto a estímulos como coches, motos y personas de diferentes edades”, mientras que en las segundas “son las que otorgan un poco de más libertad, sobre todo fomentando la sociabilidad entre ellos de una manera segura, permiten el contacto con otro tipo de situaciones como corredores, bicis…”.
Otro punto importante es la época del año en la que nos encontremos. Por ejemplo, ahora en primavera, “existe el riesgo de encontrar la procesionaria, que es tóxica para los perros” y en verano se tiene que tener en cuenta “las altas temperaturas, por lo que es fundamental encontrar zonas frescas, con sombre y agua”. En cuanto al invierno, “la humedad y el frío pueden ocasionar a los perros ciertas complicaciones de salud”.
En los paseos se buscan momentos de relajación y lúdicos, para que el perro “pueda jugar con otros y conmigo, siendo siempre un juego controlado, con seguridad hacia otros perros y otras personas, evitando obsesiones y cansancio extremo”. Y cuando se está al final del paseo lo que se pretende es “un periodo de vuelta a la calma, para que cuando llegue a casa estén lo menos sobreexcitados posible”. De esta manera se evita “algún problema de comportamiento al romper cosas, de estar ladrando continuamente por esa excitación”.
Cuántos paseos al día y la duración
Una de las dudas de los dueños de perros está en los paseos diarios que deben dar y también la duración de los mismos. Según Metcalfe, “diría que entre tres y cuatro y deben ser paseos de calidad, combinando zonas urbanas y zonas verdes”. En cuanto al tiempo, ella prefiere que sean “de una horita” aunque sabe que “no todo el mundo, debido a la situación personal de cada familia, puede proporcionales cuatro horas de paseo al día. Pero sería lo que necesitaría el perro. Si no puede ser de una hora, mínimo 40 minutos”.
Lo más complicado del trabajo y el coste
Para esta navarra, afincada en Pontevedra desde hace años, lo más complicado de tener que pasear los perros es cuando una familia “quiere que les lleves dos a la vez o que tengas que pasear a un perrito anciano y a un cachorro”. En este tipo de situaciones “hay que tener mucha destreza, porque tienes a un cachorro que lo único que quiere es correr, jugar, estar activo, y a un ancianito al lado que lo que busca es todo lo contrario”.
En cuanto a lo que cobra por cada paseo, “depende de lo que la familia quiere que dure y de lo que quieran que haga. Si me piden que lo baje cinco días a la semana una horita por las mañanas, estaríamos hablando de unos 20 euros por paseo”.
