Donald Trump sigue firme en su idea de los aranceles, con lo que considera que potenciará la economía de su país. El máximo dirigente de los Estados Unidos anunció hace unos días un arancel de 100% sobre todas las películas que se produzcan fuera de sus fronteras. Esta decisión está justificada, según Trump, porque que la industria de Hollywood está sufriendo “una muerte muy rápida” debido a los incentivos que ofrecen otros países: “Se trata de un esfuerzo concertado de otra naciones, y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional”, escribió en su red social Truth Social. Añadió que los films producidos en el exterior “están llenos de mensajes y propaganda”.
Luz verde
El mandatario estadounidense reveló que ha dado el consentimiento a su Departamento de Comercio y a la oficina del Representante Comercial del EEUU, encabezados por Howard Lutnick y Jamieson Greer respectivamente, para poner en marcha dicho arancel del 100%.
Trump lo tiene claro: “¡Queremos cine hecho en Estados Unidos, otra vez!” dijo en su red social. Añadió que “la industria cinematográfica estadounidense está muriendo rápidamente. Hollywood, y muchas zonas de EEUU, están siendo devastadas” por otros países que ofrecen todo tipo de incentivos para alejara los cineastas y a los estudios de territorio norteamericano.
Sin muchos detalles
Donald Trump, más allá de la imposición que hizo, no dio muchos detalles de cómo se implementarán los nuevos gravámenes, que se suman a los aranceles implantados a decenas de países a primeros de abril, que luego los congeló durante 90 días, y que desató una gran guerra comercial con China.
Precisamente, el país asiático anunció a mediados del pasado mes que reduciría las importaciones de películas de Hollywood, con lo que se abrió un nuevo frente en el puso comercial entre ambas gigantes. Y es que China es el segundo mercado más grande para la industria del cine, por detrás únicamente de Estados Unidos.
No está claro si el arancel será aplicado tanto a las películas en plataformas de streaming como a aquellas que son proyectadas en los cines, o si se calcularán con base en los costos de producción o la recaudación de taquilla. En ello trabajaban los ejecutivos de Hollywood a finales de la pasada semana, aunque la Asociación de Cinematográfica de los EEUU, que representa a los principales estudios del país, no quiso hacer una valoración al respecto.
Embajadores especiales
El pasado mes de enero, Trump nombró a los veteranos actores Jon Voight, Sylvester Stallone y Mel Gibson como “embajadores especiales” para que Hollywood volviera a ser “más grande, mejor y más fuerte que nunca”. Y es que la producción cinematográfica y televisiva lleva años alejada de Hollywood, dirigiéndose a localizaciones con incentivos fiscales que abaratan rodajes.
De acuerdo a PodPro, en 2023 cerca de la mitad del gasto de los productores de EEUU en proyectos de cine y televisión con presupuestos de más de 40 millones de dólares se realizó fuera del país. Las producciones en Los Ángeles han caído cerca de un 40% a lo largo de la última década.
Los gravísimos incendios que se produjeron el pasado mes de enero han incrementado las preocupaciones de éxodo y de que los trabajadores del sector, como técnicos de sonido, cámaras o diseñadores de vestuarios, opten por trasladarse a otra ciudad.
La primera respuesta a la decisión de Donald Trump no se hizo esperar y llegó desde Australia y Nueva Zelanda, donde sus mandatarios aseguraron que defenderían sus industrias locales. Algunas películas como Marvel se han grabado en Australia, mientras que Nueva Zelanda fue el escenario de las películas de El Seños de los Anillos.
