China es una potencia mundial y prácticamente en todos los sectores. Uno de ellos, el del automóvil. Prueba de ello es que el gigante asiático apunta a Europa como lugar de trabajo para algunas de sus marcas, con lo que conseguiría un objetivo muy importante, evitar los altos aranceles que hay que pagar por los coches que vienen desde su país al viejo continente.
Es de sobra conocido que los fabricantes de automóviles chinos quieren formar parte del mercado europeo y parece que ahora están cerca de conseguirlo. Y es que alguno de ellos podría instalarse en Alemania. De acuerdo a varias informaciones publicadas en los medios de comunicación, varias firmas chinas estaban interesadas en comprar o alquilar dos plantas de Volkswagen, una situada en Dresde y otra en Osnabrück. Ambas estaban a punto de cerrar como parte del plan de la marca alemana de reducir costes.
Volkswagen se encuentra cerca del acuerdo con China
Si nada se tuerce, Chery, el cuarto mayor fabricante de automóviles de China con más de 2,5 millones de vehículos vendidos el pasado 2024 gracias a sus nueve marcas y varias empresas conjuntas entre las que está Jaguar Land Rover, está a un paso de instalarse en Europa. Lo haría en las dos fábricas alemanas de Volkswagen, el primer paso en busca de la expansión en nuestro continente.
El conglomerado asiático ha conformado que las conversaciones están avanzadas para comenzar a fabricar vehículos en Alemania, pero sin decir con quién está negociando para ello. El vicepresidente de Chery International, Charlie Zhang, aseguró ante los medios de comunicación que la decisión final se tomará una vez resueltos todos los problemas: “Necesitamos estudiar el plan de viabilidad, porque en Alemania la situación es muy compleja”. Añadió que desea contar con información detallada sobre requisitos regulatorios, los sindicatos, las cadenas de suministro y los costes.
Si finalmente se cierra el acuerdo y Chery adquiere las dos plantas de Volkswagen, la intención del fabricante chino es la de producir en Alemania dos modelos de su nueva marca, Lepas, que fue lanzada hace apenas unas semanas. También está la idea de vender versiones adaptadas a los mercados europeos de su gama Tiggo. Estos modelos fabricados en Europa incluirán ya dos SUV compactos y uno mediano con motores de combustión, híbridos enchufables o 100% eléctricos.
Barcelona, otro destino
No sería la primera vez que Chery fabrica fuera de su país. Es que la compañía tiene experiencia en la producción de sus vehículos fuera de su propio mercado con el objetivo de sortear los altos aranceles que la Unión Europea impone a los vehículos eléctricos que llegan desde su país. Unos impuestos que, ahora, la UE estudia con la intención de pactar un precio mínimo a los coches que procedan de allí.
Desde 2024, Chery ensambla coches en la antigua fábrica de Nissan en Barcelona, en colaboración con la marca española Ebro. Además, Zhang, también adelantó que su compañía se está preparando para modernizar dichas instalaciones con el fin de aumentar la producción del SUV híbrido enchufable Tiggo e incorporar, al mismo tiempo, versiones eléctricas de las marcas Omoda y Jaecoo, que se venderán en Europa. Entre ellas están los modelos SUV Omoda 5 y Jaecoo 5.
Al repartir su producción por varias fábricas situadas en diferentes puntos de Europa, Chery consigue un doble objetivo. Además de evitar pagar un elevado coste como parte de los aranceles impuestos por el gobierno de Bruselas, también su presencia entre nosotros le permite adaptar su producción a los gustos de los ciudadanos europeos. Una gran jugada que le hará todavía más importante en el sector del automóvil.
