En un reciente estudio publicado en BMJ Nutrition Prevention & Health se ha desvelado que el consumo de agua con gas puede influir en la pérdida de peso. La investigación sugiere que el dióxido de carbono que se encuentra presente en el agua carbonatada podría tener un papel protagonista en la pérdida de peso al favorecer la absorción y el metabolismo de la glucosa en los eritrocitos. A pesar de ello, los especialistas dejan claro que la cantidad de dióxido de carbono en estas bebidas es muy baja como para provocar un efecto relevante en este objetivo.
El estudio, a su vez, señala que el agua carbonatada podría repercutir en las mediciones de glucosa en sangre, aunque también subraya la necesidad de realizar investigaciones adicionales para poder evaluar de forma concreta sus efectos a largo plazo y también posibles complicaciones que pudieran darse.
Los efectos fisiológicos del agua carbonatada
En este estudio publicado por BMJ Nutrition Prevention & Health analiza los efectos fisiológicos del agua carbonatada y se basa en una investigación realizada en 2004 sobre los mecanismos de hipoglucemia inducida por hemodiálisis. En este contexto, el dióxido de carbono que está disuelto en el agua carbonatada se absorbe en el torrente sanguíneo y, mediante la acción de la enzima anhidrasa carbónica en los glóbulos rojos, se transforma en bicarbonato.
Mediante este proceso se incrementa el pH intercelular y se activa la glucólisis anaeróbica, lo que provoca un mayor consumo de glucosa por parte de los eritrocitos. Así, los investigadores establecen un paralelismo con la hemodiálisis, donde también se observa que la absorción de dióxido de carbono en sangre estimula el metabolismo glucídico.
Durante la hemodiálisis, la concentración media de glucosa en sangre sufre una bajada de 118,3 mg/dl antes del proceso a 98,6 mg/dl tras pasar por el dializador, a pesar de que el dializado contiene una concentración de glucosa que está cercana a los 105,0 mg/dl.
Algunas recomendaciones para perder peso
Desde la Mayo Clinic se dan seis consejos para todas aquellas personas que quieran perder peso de una forma saludable y sostenible:
- Mentalización para el cambio. Adelgazar de forma duradera requiere un importante compromiso y también mucha paciencia. Por ello es clave estar preparado para modificar los hábitos alimenticios y aumentar el nivel de actividad física.
- Descubre tu motivación personal. Nadie puede hacer este camino por ti. Por ello cada persona debe tener claro el motivo por el que desea perder peso, algo que ayudará a tomar las riendas de su alimentación y de la rutina de ejercicios.
- Hay que marcarse objetivos realistas. Para lograr resultados que se puedan mantener con el paso del tiempo se recomienda perder entre 0.5 y 1 kilogramo a la semana. Establecer metas alcanzables permitirá mantener la motivación intacta.
- Disfrutar de comidas saludables. Omer menos calorías no implica renunciar al sabor. Es posible preparar platos sabrosos y nutritivos que te acerquen a tu objetivo sin sacrificar el placer de comer.
- Hay que mantenerse activo. Aunque la alimentación es clave, incorporar ejercicio físico facilita la pérdida de peso y mejora la salud en general. Moverse más también contribuye al bienestar emocional.
- Un cambio en el estilo de vida. Para mantener el peso a largo plazo, los nuevos hábitos deben integrarse en el día a día. No se trata de una solución temporal, sino de una transformación duradera.
Aunque esta información es importante, no cambia en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Por ello, se debe acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
