Que España se trata de una de las grandes potencias mundiales en el sector del turismo no es ninguna novedad. Nuestro país es uno de los más solicitados por aquellos que quien disfrutar del buen tiempo, ciudades espectaculares, playas y gastronomía, entre otras cosas. Pero no sólo somos un destino atractivo para pasar unos días, también para aquellos que quieren dar un giro en su vida y empezar de nuevo. La forma de vida que tenemos atrae a la gente de fuera.
Y si a eso le sumas alguna que otra ventaja en términos económicos, mucho más. Es lo que le ocurrió a un familia irlandesa, que ha pasado de trabajar en su país para pagar los altos costes ocasionados por el cuidado de sus hijos, sobre unos 2.000 euros al mes, a tener la posibilidad en España de llevar a sus pequeños a guardarías y colegios públicos y no pagar por ello, algo que les ha supuesto un gran alivio económico.
Esta familia irlandesa dificultades económicas en su país
La familia Laurie, formada por Warner, Sandra y sus dos hijos, Oliver y Abi, residían en el condado irlandés de Tipperary. Su gasto mensual en el cuidado de los pequeños, lo que generaba dificultades a nivel económico. Esto, unido a la baja calidad de vida les hizo cambiar de aires e instalarse en la Costa del Sol, con un mejor clima y menos gastos.
En una entrevista en el medio The Sun, Sandra comentó que ya conocían a otras familias que vivían en la costa malagueña y “su estilo de vida relajado y al aire libre con los niños nos hizo darnos cuenta de lo que nos estábamos perdiendo”. Así que el matrimonio dijo que “ahora o nunca” y apostaron por “el sol, la familia y una forma de vida más saludable”.
En Irlanda ya era complicado seguir a pesar de “los buenos salarios” porque “el coste de vida lo hizo muy difícil. Nuestra hipoteca era sólo de 600 euros al mes, pero el cuidado de los niños costaba una suma de 1.857 euros al mes, consumía la mayor parte de nuestros ingresos”. Según Sandra, “básicamente trabajábamos para pagar a otra persona
También tenían gastos médicos: su hijo sufría de asma grave, lo que obligaba a visitas periódicas al médico de cabecera y a pagar por los medicamentos: «A menudo nos vimos obligados a elegir entre la medicación o las facturas. Estábamos agotados y no teníamos tiempo como pareja, ni tiempo en familia y vivíamos en un ciclo constante de estrés», dice Sandra.
Una nueva vida en la Costa del Sol
La familia Laurie contaba con 50.000 euros procedentes de la venta de su casa en Irlanda y los utilizaron para garantizar el alquiler durante su primer año en nuestro país. Iniciaron un viaje, una aventura, que echando la vista hacia atrás creen que mereció totalmente la pena.
Las diferencias fueron inmediatas y “drásticas” tanto en el estilo de vida como en los gastos para el cuidado de sus hijos ya que “en España las guarderías son gratis o están muy subvencionadas, la escuela primaria es gratuita y comienza a los tres años de edad”. Además, “el cuidado de los niños después de la escuela está subvencionado para los padres que trabaja”. De esta manera, sus costes han pasado de casi 2.000 euros mensuales “a unos 200 euros al mes”.
Así que han pasado de “vivir de sueldo a sueldo a finalmente poder ahorrar y disfrutar de la vida”. Ahora tienen un negocio inmobiliario y gracias a su buen funcionamiento pudieron comprar la casa de sus sueños, un chalet con piscina con vistas al mar.
