En ocasiones, conseguir una plaza de aparcamiento cuando se circula por el centro urbano o una zona residencial es una tarea complicada. Es habitual que el conductor, cansado de dar vueltas, tire de la picaresca y por ejemplo, pida a un acompañante o a quién le esté esperando que le guarde una plaza para estacionar el vehículo, aunque esta persona esté bloqueando el acceso a otros. Eso es lo que ocurrió en Valladolid el pasado 28 de mayo y acabó con la detención de una mujer como presunta autora de un delito de daños.
Agentes de la Policía Nacional recibieron el aviso de que tenían que personarse en la calle Eusebio González Suárez, pues les requería una mujer que había tenido un problema. Según les contó, un rato antes se encontraba en su coche buscando un sitio para aparcar en dicha calle y vio una plaza de aparcamiento. Cuando se disponía a estacionar el vehículo, una mujer que se encontraba de pie le manifestó que ese hueco estaba reservada para el vehículo de su marido y esto dio pie a una discusión en la que la víctima le dijo a la mujer que no se podían reservar plazas de estacionamiento.
Amenazas por una plaza de aparcamiento que al final se cumplieron
La víctima, finalmente, estacionó en esa plaza de aparcamiento el coche y dijo a los agentes que la mujer le aseguró que “cuando vuelvas vas a tener destrozado el coche”. Los agentes comprobaron que el turismo tenía ralladas por completo las cuatro puertas laterales de lado a lado, al igual que el techo, el capó, el maletero y las aletas laterales. Además, tenía partidos los limpiaparabrisas delanteros y traseros, ambos espejos retrovisores doblados totalmente en sentido contrario al natural y la pieza de plástico donde irían los anti nieblas estaba partida.
La Policía Nacional recabó información sobre la presunta autora, que no estaba en el lugar, así como de los testimonios de los viandantes de la zona. Cuando los investigadores tuvieron conocimiento de lo ocurrido, consiguieron dar con la identidad de la presenta agresora y dos días después fue detenida por un delito de daños en vehículo y tras poner en conocimiento los hechos ante la Autoridad Judicial quedó en libertad.
¿Qué es lo que dice la Ley sobre guardar una plaza de aparcamiento?
Aunque es cierto que no hay ninguna norma que prohíba de manera expresa la práctica de guardar una plaza de aparcamiento, hay que tener presente que hay otras normas con una amplitud de interpretación lo suficientemente ambigua como para que la persona que lo haga pueda acabar recibiendo una sanción por hacerlo si así lo decide un agente de la autoridad.
De acuerdo al artículo 122.6 del Reglamento General de Circulación, “cuando exista refugio, zona peatonal u otro espacio adecuado, ningún peatón debe permanecer detenido en la calzada ni en el arcén, aunque sea en espera de un vehículo, y para subir a este, solo podrá invadir aquella cuando ya esté a su altura”.
De aquí se puede deducir que no está permitido que un peatón esté invadiendo la calzada para guardar una plaza de aparcamiento. Hacerlo no sólo puede provocar una discusión pública con otros usuarios de la vía, también es una práctica ilegal que puede terminar en una multa de 80 euros si el conductor o alguien más recurre a la policía.
No es esta la única norma con ambigüedad de interpretación, pues otras prácticas comas como conducir sin camiseta o hacerlo en chanclas también están abiertas a la interpretación de la peligrosidad que haga el agente de tráfico que se encuentre presente en ese momento.