Son muchos los conductores de nuestro país que consideran que el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), conocido como el Impuesto de Circulación, es uno de los más injustos que existe en estos momentos. Se trata de un impuesto que todos los propietarios de un vehículo están obligados a pagar para poder mantener en las mejores condiciones posibles las calles de una ciudad, pero que no se cobra por ejemplo a los usuarios de bicicletas o patinetes, que cada vez más hacen uso de ellas.
Además, en algunas ciudades lo costes son más que elevados, por lo que muchos buscan resquicios legales para pagar menos. Y uno de ellos, un truco totalmente legal, consiste en que el propietario del vehículo se empadrone en una de las localidades que menos se pagan, 8 euros.
La cuantía depende de cada municipio
Con la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) este impuesto se ha vuelto todavía mucho más injusto, porque se obliga a pagar a propietarios de vehículos que no tienen permitido circular por dichas calles ya que no tienen la etiqueta necesaria para ello. Esto hace que el cabreo de quienes están en esta situación sea todavía mayor, pues lo consideran un sinsentido.
Otro de los motivos de queja es el importe que hay que pagar. Al tratarse de un impuesto de carácter municipal, su cuantía depende de cada municipio. Por tanto, existen diferentes posibilidades, los que prefieren imponer unas tasas muy elevadas, suelen ser grandes ciudades, y otros que deciden apostar por una cuota prácticamente simbólica y que se han convertido en verdaderos paraísos fiscales para muchos de los conductores.
Los paraísos del automóvil
Es importante saber que esta tasa varía en función de la potencia fiscal de los automóviles y en la actualidad en España la horquilla de precios va desde los 8 euros de algunos pueblos de la comunidad de Madrid a hasta casi los 90 euros que es pagan en San Sebastián, la ciudad más cara.
Por tanto, nos encontramos dos bandos claramente diferenciados:
- Los más caros. En este grupo encontramos a ciudades como San Sebastián, Vitoria y Bilbao, que están en la lista negra de los conductores por sus elevadas tasas. La ciudad más cara es San Sebastián, que roza los 90 euros.
- Los paraísos fiscales de los automóviles. En el otro extremo se encuentran diferentes pueblos que ha apostado por aliviar los gastos de los conductores y cobrarles una cantidad simbólica. En este grupo están los municipios de Torrelaguna o Patones, en Madrid, con un impuesto de apenas 8 euros.
Esta gran diferencia ha conllevado que cada vez más conductores apuesten por empadronarse en una de las localidades con un Impuesto de Circulación más barato y empadronar también allí el vehículo con un coste reducido.
Lo que se necesita para realizarlo
Los particulares únicamente necesitan una dirección para empadronarse y esta puede ser la de un familia o amigo, incluso la de una casa que se alquile por un mes. Pero esto no sólo lo hacen los propietarios de un vehículo, también lo llevan a cabo, cada vez más, las empresas de alquiler de coches o renting, que trabajan con miles de vehículos y han encontrado en esta posibilidad una gran oportunidad de ahorro. Así, establecen su sede fiscal en uno de estos pueblos con impuestos reducidos y empadronan allí a toda la flota. Se trata de un truco completamente legal que permite a estas empresas ahorrarse miles de euros durante un año.
Un ejemplo de la magnitud de este fenómeno lo encontramos en Las Rozas de Puerto Real, un pequeño pueblo de Madrid de 580 habitantes pero que tiene registrados nada más y nada menos que 25.000 vehículos.
