De los deportes que hay a día de hoy, muchos de ellos nacieron hace cientos de años aunque no lo creamos. Así, cuando pensamos en el Imperio Romano, se nos puede venir a la cabeza el boxeo e incluso las carreras de cuadrigas. Pero hay un deporte que se hizo muy famoso en la Antigua Roma y que recibía el nombre de ludere detatim, muy parecido a lo que en la actualidad es el voleibol. La base de este deporte romano era lanzarse la pelota sin que la misma llegase a tocar el suelo, una norma muy parecida a la que tiene el voleibol.
Ludere detatim, así era en el Imperio Romano
Ha pasado mucho tiempo y hay dudas entorno a diversos temas relacionados con esta práctica, una relacionada con la puntuación, que no está del todo clara. La principal coincidencia entre este deporte practicado durante el Imperio Romano y el voleibol actual está en su fundamento base.
El ludere detatim era un deporte de habilidad en el que los participantes tenían como objetivo golpear una pelota únicamente con las manos para mantenerla en el aire, sin dejar que la misma tocase el suelo. Por ello, la finalizada era mantener un intercambio de golpes lo más largo posible, lo que fomentaba la agilidad, la coordinación entre los jugadores, el juego en equipo y los reflejos.
Las diferencias con la práctica deportiva actual
Un de las grandes diferencias respecto al voleibol, era que en el ludere detatim no había un terreno de juego claro ni una red que delimitase ambos campos de juego. A ello, añadir que la pelota era un elemento indispensable y esto hacía que este deporte no estuviera pensado para todas las clases sociales. La pelota era conocida como pila paganica, era ovalada y rellena de plumas, lo que permitía que el objeto fuera muy ligero, flotase más tiempo en el aire y pudiera controlarse con mayor precisión al golpearlo con las manos. Tenía una forma y unas características que la convertían en la pelota ideal para este juego de habilidad, famoso sobre todo entre los más jóvenes.
Poco que ver con el resto de deportes de la Antigua Roma
Muchas disciplinas deportivas romanas estaban enfocadas en la competición pública o el entrenamiento militar, pero no era el caso del ludere detatim, que tenía un carácter social y recreativo. De hecho, lo común es que se practicase en los espacios dedicados al ocio y la sociabilización en el Imperio Romano. Por ejemplo, era habitual verlo en las termas, donde no sólo se acudía a bañarse.
Al no ser necesaria una gran fortaleza física y por no ser un deporte de contacto, hay evidencias de que tanto los hombres como las mujeres podían jugarlo. Tampoco se necesitaba un equipamiento más allá de la pelota, por lo que rápidamente se popularizó en distintas regiones del Imperio Romano.
La evolución desde el Imperio Romano hasta hoy
Técnicamente, el voleibol actual no nació tal y como lo conocemos hasta el siglo XIX, pero es imposible desligar este deporte de las prácticas que se hacían en la Antigua Roma. El nombre clásico se perdió con el tiempo y se le añadió un toque de competitividad, pero la base ha sido la misma durante siglos: mantener la pelota en el aire usando las manos.
Como curiosidad, y aunque no guarda relación con lo tratado, hoy en día el voleibol es uno de los deportes más famosos de Italia. De hecho, son una de las grandes potencias a nivel mundial.
