Cuando llega el momento de decidirse por el colegio al que llevar a los hijos, son muchas las preguntas que se hacen los padres. Hay varios factores a tener en cuenta, pero uno de los que tiene más peso en la decisión final es la cercanía del centro educativo con el domicilio familiar o con la vivienda de los abuelos. Incluso con el trabajo de uno de los padres. Todo por cualquier urgencia que pueda darse, sin ir más lejos el apagón que hubo en España semanas atrás.
Por desgracia, hay veces en los que los padres no tiene opción de tener a mano, ya sea del trabajo o del domicilio, un colegio al que llevar a los pequeños. Es lo que ocurre con una familia de Malasia, que se ve obligada a cruzar el mar todos los días para llevar a sus hijos a clase. El domicilio familiar está situado en la isla de Palau Tioman, lugar en el que no hay muchos centros educativos y menos en la zona en la que residen, Kampung Salang.
A pesar de las dificultades, los padres no están dispuestos a que sus hijos no reciban la formación que precisan y por ello realizan todos los esfuerzos posibles para que vayan a colegio. Por tanto, no dudan en cruzar el mar cada día para que los pequeños estén junto a sus compañeros en la escuela situada en Sekolah Kebangsaan Tekek.
Por tierra, cuatro horas más de viaje
No es un capricho realizar el viaje por barco, es casi la única opción que le queda al matrimonio formado por Jamaludin Musa y Rozalia Bodi. Si quisieran llevara a sus hijos al colegio de forma terrestre tardarían cuatro horas más en hacer el trayecto, puesto que tendrían que atravesar bosques, pendientes y posibilidad de encontrarse con algún que otro animal venenoso: “Por eso utilizamos una embarcación que tarda entre 10 y 15 minutos en atravesar otras tres aldeas, a pesar de las inclemencias del tiempo”, aseguró el padre de los niños al medio local Sinar Harian.
El día se inicia, según comenta Musa, a las 6:30 horas de la mañana. Es el momento en el que sus dos hijos, Armin, de 11 años, y Aida Izabella, de 8 años, comienzan su travesía hacia el colegio. Rozalia prepara a los niños, que tienen que ir en moto hacia el embarcadero y desde allí toman el barco. Tras acabar el trayecto por el mar, de nuevo en motocicleta hasta el colegio.
Cuando los niños acaban su jornada en la escuela, el trayecto inverso. Y ojo, el padre lo hace también cuando los deja y va a recogerlos: “Después, regreso a casa en barco y espero la hora de recoger a los niños al terminar la escuela. Así que usamos tres medios de transporte cada día”.
El rendimiento académico, de los mejores
Los padres, Jamaludin y Rozalia, están tremendamente orgullosos del esfuerzo que hacen sus hijos a diario por ir a la escuela y también por su implicación en los estudios. Ambos, Armin y Aida Izabella, tiene un rendimiento académico sobresaliente y destacan especialmente en actividades deportiva.
El buen hacer de los pequeños Armin y Aida Izabella en todo aquello que tiene que ver con el deporte no es algo que sorprenda a sus padres. Todo por que les han enseñado, por si en algún momento surge cualquier imprevisto en el mar, ciertas técnicas de navegación. Es más, el padre recuerda en el medio local que alguno de los muchos viajes realizados, el motor de la embarcación se desprendió y tuvo que comprar uno nuevo. En esos momentos, la tranquilidad de saber que los pequeños tienen nociones de cómo actuar, dio mucha tranquilidad.
