Durante muchos años, el consumo de legumbres estuvo fuera de la dieta habitual ya que eran consideradas un alimento barato y, por otra parte, bastante calórico. Pero la situación ha cambiado últimamente y en la actualidad es vista como una opción interesante para una dieta sana y equilibrada. Entre los diversos estudios que se están realizando, destaca uno realizado durante 12 semanas en un grupo de 72 personas con prediabetes, que encontró unos resultados bastantes interesantes: los que incluyeron garbanzos en su alimentación mostraron una mejora en sus niveles de colesterol.
En cuanto a las alubias, el mismo estudio, reveló que comer habitualmente una taza de las mismas puede ofrecer beneficios medibles para salud cardiaca y metabólica y reducir así el riesgo de enfermedades crónicas. Además, las alubias negras experimentaron una reducción en los marcadores de inflamación.
Morganne Smith, doctoranda del Instituto de Tecnología de Illinois, explicó que “las personas con prediabetes suelen presentar un metabolismo deficiente de los lípidos y una inflamación crónica de bajo grado, factores que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades como las cardiopatías y la diabetes de tipo 2”. Añade también que el estudio “descubrió que el consumo de alubias ayudaba a reducir significativamente el colesterol y la inflamación en personas con prediabetes”. Eso sí, los niveles de glucosa no se veían reducidos.
Qué dijo el estudio sobre el colesterol
Aunque legumbres como son los garbanzos o las alubias se consumen bastante, poco se habla sobre los impactos que hay en el colesterol y la inflamación entre las personas con riesgo de padecer cardiopatías o diabetes. Por eso, en este estudio, dentro de un proyecto más amplio, se ha marcado el objetivo de saber cómo el consumo de estas legumbres afecta a la inflamación y a la respuesta de la insulina mediante la actividad del microbioma intestinal.
Este estudio, en palabras de Smith, “demostró que los beneficios del consumo de alubias en adultos con prediabetes, pero son una gran opción para todo el mundo”. Unos hallazgos, añadió la experta, que pueden utilizarse para “informar a las directrices dietéticas, a los médicos o a los programas de salud pública centrados en la prevención de las enfermedades cardíacas y la diabetes”.
Para acercar los resultados a la vida real, los miembros de esta investigación diseñaron el estudio en condiciones de vida cotidiana. Así, dividieron al azar a los que participaron en el estudio para que durante 12 semanas consumiera, cada día, una taza de alubias negras, garbanzos o arroz, este último como grupo de control.
Durante el tiempo que duró el estudio, además, se recogieron muestras de sangre al inicio, a las semanas y al finalizar. La idea era conocer los niveles de colesterol, inflamación y azúcar en sangre. También se hicieron pruebas de tolerancia a la glucosa tanto en el primeros compases del estudio como en la finalización.
Las conclusiones de este estudio sobre el colesterol
Los resultados del estudio realizado no dejaron lugar a dudas: todos aquellos que tomaron garbanzos vieron como su colesterol bajó de forma notable. Estos pasaron de una media de 200,4 mg/dL al empezar el estudio a 185,8 mg/dL tras 12 semanas. En el caso de los que consumieron alubias negras, también se consiguió reducir la inflamación: el nivel medio de interleucina-6, una molécula que indica la inflamación en el cuerpo, cayó desde 2,57 pg/mL a 188 pg/ml.
Por el contrario, no se detectaron cambios considerables en los niveles relacionados con el metabolismo en la glucosa.
Así, los expertos lo tienen claro: incorporar legumbres, ya sean secas, congeladas o en conserva, en lugar de otros alimentos menos saludables puede ser un primer paso importante para mejorar la alimentación. Eso sí, hay que saber bien lo que se compra ya que hay versiones envasadas que pueden llevar añadidos como sal o azúcar que conviene moderar su consumo.