El hacer la compra, durante muchos años, fue un ritual de la familia, una cita semanal prácticamente. Se hacía la compra, se cogía el coche si el establecimiento estaba lejos y se dedicaba buena parte de la mañana o tarde del sábado adquirir productos para llenar la nevera. Sin embargo, poco a poco, esto ha cambiado y lo ha hecho de forma radical. El gran hipermercado, que durante décadas marcó el ritmo de compra en cuanto a alimentación y hogar, ha perdido su protagonismo.
De acuerdo a los últimos datos de Mercasa, empresa pública del sector de la distribución alimentaria, los supermercados concentran ya el 91,8% de la superficie comercial de alimentación en España, por un 8,2% de los hipermercados. Un giro total en los hábitos de consumo y en la mentalidad del comprador, que ahora actúa de otra manera.
Ahora, cuando se necesita
La clave está en cómo los consumidores piensan en la actualidad. Durante décadas, ir al hipermercado era una especia de excursión semanal justificada por el ahorro o la variedad. Esto ha perdido fuerza, tal y como señala Kantar en su último análisis del sector, en el que queda claro que el cambio responde a varios factores:
- Hogares más pequeños.
- Mayor edad media de los compradores.
- Entornos urbanos en los que prima la proximidad.
- Menor dependencia del coche en comparación con otros países.
Todo esto se resume en que ya no se va de compras. Ahora se compra cuando se necesita, sin necesidad de tener una planificación. Y esto es lo que favorece a los supermercados, que son más cercanos, ágiles y mejor integrados en la vida diaria.
Este cambio también ha repercutido en el momento en el que se hace la compra. Antes el día estrella era el sábado, en horario de mañana. Ahora la compra se hace a lo largo de la semana, sobre todo de lunes a viernes, y en horarios fuera de oficina. Estos significa que hay un comportamiento más espontáneo y fragmentado.
Este nuevo escenario ha hecho que cadenas tan importantes como Alcampo modifiquen su estrategia. Según el propio grupo, el tamaño de 15 de sus hipermercados se reducirá, cerrarán 25 supermercados y se reformarán más de 60 tiendas para adaptarlas al nuevo modelo. Lo mismo pasa con Carrefour, que a pesar de comprar 46 tiendas Supercor ha visto caer su cuota hasta el 9,8% y ha iniciado ajustes en su red comercial.
El supermercado lidera el consumo
Los datos refuerzan esta tendencia. En 2014 había en España 3.501 supermercados de gran tamaño, más de 1.000 metros cuadrados. En 2024 ya eran 4.836, lo que suponía casi la mitad de toda la superficie de venta de alimentos en España. Se trata de un incremento sostenido que no sólo refleja la apertura de nuevos locales, también una preferencia clara por parte del consumidor hacia un formato más funcional y eficiente.
Este modelo de consumo basado en la proximidad también se alinea con la evolución del canal online. Aunque la compra por Internet no ha despegado al ritmo esperado en el sector alimentario, las cadenas están invirtiendo en logística y distribución urbana para integrar ambos mundos: el físico y el digital. Ahora el gran activo es la conveniencia.
El hipermercado no ha desaparecido. Sigue teniendo sentido en ciertos contextos, pero su papel ya no es central. Pero ya no se vive la compra como un evento, sí como una rutina más de la semana. Y también ha dejado de existir un día concreto para hacer la compra, ahora es cuando se puede.