Se preveía un verano calmando en cuanto al precio del combustible, que las primeras semanas del periodo vacacional, en las que hay gran número de desplazamientos por carretera, iba a ser tranquila. Pero la actualidad ha golpeado a esa idea y lo ha hecho de forma contundente, cambiado el escenario por completo. Y es que las tensiones políticas en Oriente Medio repercutirán en todo el planeta y en muchos sectores, entre ellos el del combustible, como aseguran los expertos en la materia. De nuevo subirán los precios.
La incertidumbre, clave en el aumento
La guerra que se está viviendo entre Israel e Irán ha empezado a tener consecuencias más allá de estos países. Las instalaciones energéticas están en el punto de mira y esto siembra de incertidumbre el sector de la energía. La prueba más clara está en que el precio del litro de diésel y gasolina en las estaciones de servicio de España ya están sufriendo ligeros aumentos que irán a más en los próximos días y semanas si no cambia el panorama. Así, el diésel ha pasado de 1,362 de media a 1,392, mientras que la gasolina, que hace unos días costaba 1,464, está en estos momentos en 1,489.
Manel Montero, experto en el sector energético y director general del Grupo Moure, pionero en estaciones de servicio low cost en España, advierte sobre las consecuencias de las tensiones en Oriente Medio, que “no sólo amenazan la estabilidad política, sino que desatan un efecto dominó sobre la economía global. El sector energético es el primero en resentirse ante cualquier movimiento en la región”.
Subida del precio del barril de petróleo este verano
El lanzamiento de misiles entre Israel e Irán está teniendo ya efectos directos en el sector energético global, con especial incidencia en el precio del petróleo y en la percepción de seguridad de los principales corredores de suministro. Montero alerta así de un escenario de volatilidad creciente que va a ir trasladando poco a poco, y a corto plazo, al consumidor final.
Y es que, el barril de Brent, el de referencia para el petróleo en Europa, ha subido ya que se calcula entre un 7% y un 8% esta semana tras el inicio del conflicto bélico, algo que en España puede traducirse rápidamente en un encarecimiento del combustible, que eleva los costes de transporte y producción. Lógicamente, este hecho repercutirá del mismo modo en una cesta de compra más cara en las próximas semanas.
Todavía hay un riesgo mayor
La escalada del conflicto puede ir a más, sobre todo si se confirma la entrada en el mismo de Estados Unidos. Esto podría tener un impacto todavía mayor sobre el precio de la energía y por tanto en el coste de la compra en general. Montero comenta además que todo podía ir a peor en el sector si se produce un bloqueo en el Estrecho de Ormuz, por lugar por el que transita una quinta parte del petróleo mundial, que puede ir provocando una escasez y un consecuente impulso de los precios al alza.
De acuerdo a Montero, la incertidumbre geoestratégica se suma a un mercado ya condicionado por factores estructurales como “la limitada capacidad de respuesta de los grandes productores, los riesgos logísticos y las políticas de transición energética que están dejando menos margen para absorber impactos externos”.
¿Una posible subida sin control?
El experto en energía asegura además que “la situación podría acelerar una nueva ola inflacionaria si los precios energéticos siguen escalando sin control” y cree en la necesidad de reforzar la resiliencia del tejido empresarial ante escenarios de crisis energética y prepararse para trabajar en márgenes más estrechos: “Esto implica innovar y anticipar escenarios que, lamentablemente, cada vez son menos improbables”.
