En los meses de verano, la actividad fuera de casa aumenta y las calles comienzan a llenarse de vida en todo el territorio nacional. Las comidas y quedadas con los amigos forman parte del paisaje de ciudades y localidades españolas, reapareciendo costumbres como, por ejemplo, la calçotada en Barcelona. Se trata de una celebración muy arraigada en Cataluña que combina el disfrute culinario con momentos que se compartir al aire libre. Pero ahora el Ayuntamiento de la Ciudad Condal le pondrá límites, en respuesta al aumento de incidentes relacionados con el uso del fuego en entornos urbanos. Se han reforzado las restricciones sobre barbacoas y cocciones con llama abierta en viviendas particulares.
El objetivo de las nuevas limitaciones es salvaguardar tanto la seguridad ciudadana como la salud pública, en un contexto cada vez más sensible ante los efectos del cambio climático y los incendios forestales.
El riesgo de la calçotada en zona urbana
Durante años, celebrar una calçotada en casa era un sinónimo de compartir y disfrutar de una de las comidas más representativas de la gastronomía catalana. Era uno de los pequeños placeres de la vida cotidiana, pero ahora esta actividad comienza a desaparecer del paisaje urbano.
Las autoridades municipales han determinado que este tipo de actividades representan un peligro en zonas que están densamente pobladas. El uso de uso de fuego para hacer barbacoas en terrazas, balcones o patios interiores puede convertirse en un foco de incendios, además de generar humos y colores que afectan a los vecinos. Por ello se imponen medidas más estrictas con el objetivo de evitar incidentes antes de que ocurran, sobre todo en los meses de mayor sequía y riesgo de incendios forestales.
Ley en Barcelona dice lo siguiente
La legislación sobre este tipo de actividades no es nueva, se basa en el Decreto 64/1995. La misma prohíbe encender fuego en terrazas, balcones y azoteas, ya se trata de edificios residenciales como el bloques de pisos. Esta prohibición incluye barbacoas con carbón, leña o cualquier otra fuente de combustión abierta, lo que afecta directamente a la forma tradicional de preparar calçots, por ejemplo.
Multas y sanciones por hacer barbacoas
Además de establecer prohibiciones, en la normativa también se fija un régimen sancionador para quienes no la respeten. Las multas puede alcanzar incluso los 500 euros, una cantidad significativa para cualquier ciudadano que decida organizar una calçotada, barbacoa o cocción al fuego en su terraza sin saber o considerar la ley. Además, no es necesario que haya un incendio para recibir la sanción, basta con que se detecte humo, un olor persistente o la presencia de fuego para que se active la intervención municipal.
Será castigado el uso de dispositivos que generen llamas vivas o materiales inflamables en espacios no utilizados. Incluso si se produce una emergencia, sólo con alterar la convivencia vecinal con humo o ruidos ya puede considerarse motivo de infracción.
Las fechas más críticas para hacer barbacoas
Uno de los aspectos relevantes de la normativa es su carácter estacional. Del 15 de marzo al 15 de octubre queda totalmente prohibido el uso de fuego al aire libre, incluso en aquellas áreas en las que su uso está permitido habitualmente. Esta franja de tiempo coincide con la temporada de mayor riesgo de incendios por el aumento de temperaturas, la sequedad en el ambiente y la presencia de vegetación altamente inflamable en muchas zonas cercanas a los núcleos urbanos.
Como suele ocurrir con aquellas normativas que afectan a las costumbres locales, hay polémica al respecto. Para unos, estas normas se traducen en un exceso de control sobre la vida de las personas, restringiendo su derecho a disfrutar de su hogar, y para otras es una medición lógica y necesaria que responde a una realidad.
