Metidos ya en el verano y con altas temperaturas, los más pequeños se despiertan con un objetivo claro: el momento de ir a la piscina para jugar con los amigos y aliviarse del calor. Es una de las actividades preferidas durante estos tres meses, pero hay que tener cuidado por muchos motivos, no sólo por la vigilancia sobre ellos. También por la posible aparición de enfermedades propias de la época estival, como por ejemplo la pulpitis de la piscina.
El pediatra y divulgador Francisco Recio habla de esta enfermedad, también conocida como dermatitis palmar juvenil, en sus perfil de la red social Instagram. Se trata de una patología que se manifiesta en forma de rojeces y lesiones en las yemas de los dedos y en las palmas de las manos. Según el pediatra, esto está provocado por “el roce constante de la pie húmeda de las mano con superficies rugosas de las piscinas”. Así, estamos ante una “dermatitis irritativa” que incluso puede llegar a causar dolor a los más pequeños.
Recio señala que la pulpitis es más frecuente en niños pequeños “más que en adolescentes” y que se relacionan con pieles de tendencia atópica. Además, Recio indica que “el signo más característico es el enrojecimiento selectivo y simétrico de las yemas de los dedos conocidas como pulpejos”.
Para el divulgador, estamos ante una “patología leve y autolimitada que suele desaparecer sin tratamiento”, por lo que transmite tranquilidad. Así, según Recio, “basta con cesar las actividades en la piscina” o aplicar cremas hidratantes si las molestias persisten.
Entre los consejos para prevenir su aparición, lo mejor para Francisco Recio es “evitar baños prolongados y jugar también fuera del agua”. También recomienda acudir a un médico “si las molestias son muy intensas o las lesiones están muy inflamadas”.
Las principales causas de estos problemas en la piscina
Además del pediatra Francisco Recio, hay otros expertos en este tema que consideran que esta patología en la infancia puede estar relacionada con diversos factores, como por ejemplo:
- Una mayor fragilidad de la pie, ya que en los niños pequeños la piel puede ser mucho más delicada.
- Una mayor frecuencia y permanencia de los niños en la piscina para divertirse y con frecuencia se aferran a los bordes.
- Una hiperhidratación del estrato córneo debido a la permanencia prolongada en el agua, que se cree que es el factor principal que favorece la aparición de esta patología.
- En el pasado se planteó la posibilidad de que los desinfectantes pudieran estar involucrados en la aparición de esta dermatitis, pero la ausencia de lesiones en áreas no sujetas a fricción significaba que está hipótesis se consideraba poco relevante.
- Una historia de atopia o dermatitis por psoriasis a menudo ocurre en los niños que padecen dermatitis palmar de la piscina.
Los consejos de los expertos
Como ya dijo Recio, la pulpitis no es grave, por lo que el tratamiento no suele presentar complicaciones. A pesar de ello, el mismo debe ser establecido por un podólogo que haya examinado las características y tomado una decisión sobre las pautas a seguir. Estas pueden ser:
- Descanso y elevación. Hay que descansar y elevar los pies afectados para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
- Compresas frías. Se pueden aplicar sobre los dedos inflamados para reducir el hinchazón y la incomodidad.
- Hidratación y protección. Hay que mantener la piel de los pies bien hidratada con cremas o lociones. Además, se debe considerar apostar por un calzado cómodo y transpirable para proteger los pies mientras se recuperan.