Una moneda de las de 2 euros de las que tenemos en nuestro poder puede contar con más valor del que podamos imaginar. Aunque para ello, lo primero, debe tener como origen Chipre. Y para concretar más, debe lucir un globo terráqueo. Hay nada más y nada menos que 7.000 ejemplares de la misma, que desde el pasado mes de noviembre han hecho que el pequeño país europeo presuma de tener moneda conmemorativa para celebrar sus 20 años en la Unión Europea.
Aunque de manera oficial cuesta 20 euros, en determinados foros de coleccionistas ya rondan los 1.000 euros. y es que la fiebre numismática vuelve a demostrar que, en ocasiones, el dinero vale más por lo que representa que por lo que se puede adquirir con el mismo.
El secreto de esta moneda, la escasez
Muchos se preguntarán como una moneda de dos euros de Chipre puede tener tanta demanda en este peculiar mercado. La respuesta es clara, el secreto está en la escasez. Y es que el Banco Central de dicho país únicamente encargó 7.000 unidades, una cantidad diminuta si se compara con las tiradas corrientes de millones de monedas.
Cuanta menos oferta hay, más interés y prisa por hacerse con una moneda. Y esto se traduce en precios disparatados. Un ejemplo de ello, cuando el Principado de Mónaco lanzó 15.000 monedas especiales, algo que se consideró demasiado baja y era el doble de la chipriota.
Además, la moneda sirve de recuerdo tangible a dos décadas (2004-2024) de pertenencia a la Unión Europea. Ese detalle sentimental, sumado a la limitada circulación, forma el cóctel perfecto para que los 20 euros iniciales se conviertan en una pequeña fortuna de cuatro cifras.
Un diseño que la hace muy codiciada
Aunque la cara común sigue siendo la de cualquier moneda de 2 euros, la magia aparece cuando se le da la vuelta:
- Encontramos la silueta de Chipre junto al Parlamento Europeo de Estrasburgo, reflejando su voz en la Unión Europea.
- Globo terráqueo que simboliza su papel geopolítico y logístico humanitario en el Mediterráneo.
- La inscripción en griego que rodea la escena.
Como curiosidad, comentar que aunque la firma corresponde al Banco Central de Chipre, la acuñación de la pieza la hizo el Banco Central de Grecia por la falta de infraestructura de los vecinos.
Cómo se puede conseguir la moneda sin perjudicar al bolsillo
Si quieres contar con esta moneda chipriota de 2 euros, antes de ir a comprarla a cualquier precio, se recomienda seguir estos pasos:
- Verificar el precio oficial. El coste de emisión es de 20 euros, por lo que si te piden más, que no sea por desconocimiento.
- Confirmar los detalles que aparecen en el reverso: silueta de Chipre, el Parlamento local, el globo terráqueo y la leyenda griega. Cualquier omisión es señal de alarma.
- Preguntar por la procedencia: las 7.000 piezas salieron del Banco de Grecia, por lo que se debe exigir el número de serie o justificante de compra si se paga un sobreprecio.
- Comparar ofertas: la reventa se mueve rápido, por lo que hay que echar un vistazo a diferentes plataformas. Esto puede ahorrar decenas de euros.
Respetar estos cuatro consejos puede marcar la diferencia entre una inversión brillante y un susto económico importante para los bolsillos. La modesta moneda chipriota es un caso más que levanta el interés de los amantes de la numismática, algunos de los cuales están dispuestos a hacer un esfuerzo económico por contar con este recuerdo, quién sabe si para sacar un beneficio mayor en el futuro.
