Hay puntos muy conflictivos en cuanto al exceso de velocidad y desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se van poco a poco identificando. Lo hacen después de realizar importantes tareas de seguimiento junto con los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y en ocasiones los resultados son más que sorprendentes por lo que se obtiene de información. Por ejemplo, que uno de los puntos en los que nadie respeta los límites de velocidad son los tramos de obras situados en vías interurbanas. Por ello, se pondrán más radares en dichas localizaciones.
Los responsables de la Agrupación de Tráfico tenían ya datos obtenidos a través del Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico que preocupaban. Y es que el año pasado se acumularon 142 siniestros relacionados con los accidentes de obras de mantenimiento o conservación de las carreteras. De todos ellos, en 23 estaban implicados de forma directa empleados que en ese momento eran peatones por estar realizando su tarea o caminando por la calzada. El resto, las otras 119 personas que sufrieron un accidentes, se encontraban dentro de los vehículos con los que realizaban su tarea.
Este fue el motivo por el que la DGT decidió incluir dentro de su programa de campañas de vigilancia una semana entera con el foco puesto en obras en carreteras fuera de las ciudades, aquellas que afectan al asfalto, que modifican el trazado de los carriles o que se localizan en túneles. Y los agentes tratarían de descubrir las velocidades inadecuadas, distracciones o adelantamientos peligrosos.
Unos resultados de la DGT que causaron sorpresa
Al final de esa semana de estudio, la DGT contabilizó que por tramos controlados de obras habían pasado cerca de 240.170 vehículos, de los que 14.964 fueron denunciados por los agentes por diferentes motivos. Por tanto, estaríamos dentro de un 6,23% del total.
Entre las multas que más se repitieron, concretamente un 86%, fueron las que estaban relacionadas con el exceso de velocidad en los tramos en los que se realizaban las obras. Pese a que en estos casos se suelen colocar señalas con fondo amarillo a modo de aviso y el peligro inherente que existe al encontrarse personas trabajando o caminando por la vía, según la DGT no suelen ser muy respetadas por los conductores.
En el segundo puesto del ranking de multas encontramos las relacionadas con “la falta de respeto a las señales”, con un total de 462. En este caso se incumplieron las indicaciones de los agentes de Tráfico, de los operarios de las obras, de las señales o marcas viales o de los semáforos. En el tercer cajón se sitúan los despistados de la carretera, con 175 sanciones porque no utilizaban el correspondiente sistema de seguridad o no llevaban casco. Por detrás, 174, conductores utilizando el móvil mientras que estaban al volante.
El resto de las denuncias fueron menos cuantiosas. Por ejemplo, 114 por adelantamientos contra el reglamento, algo que preocupa a la DGT, o 63 por conducir bajos los efectos del alcohol, sumadas otras 50 por detectar la presencia de drogas en el organismo del conductor.
Por tanto, teniendo en cuenta estos resultados no es de extrañar, a pesar de las protestas de los conductores, que la DGT escoja tramos de obra como puntos para recolocar radares de velocidad. Hay que tener presente que hay zonas con cambios de asfalto o de carril que pueden ser peligrosas ya no sólo por la integridad del del conductor, también porque hay operarios realizando tareas de mejora y la seguridad de todos disminuye conforme aumenta la velocidad del coche.
