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Este pueblo de Castilla-La Mancha esconde aguas turquesas y unas preciosas vistas: parecen sacadas de otro planeta

por Antonio R.
27 de julio de 2025
en Sociedad
Este pueblo de Castilla-La Mancha esconde aguas turquesas

Este pueblo de Castilla-La Mancha esconde aguas turquesas

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Al llegar al lugar, el azul turquesa de las aguas del embalse es tan intenso que extraña, no parece real. Entre sus pinares que descienden hasta la orilla se puede observar la presencia de riscos calcáreos. El escenario desafía la geografía de La Alcarria con playas, plataformas flotantes y deportes acuáticos. Aquí, el Tajo se ensancha hasta convertirse en un mar interior, llamado por muchos como el Mar de Castilla, y encontramos una maravilla líquida en cuya ribera se abre una costelación de pueblecitos rurales, entre los que se encuentra Sacedón, con un paisaje que parece sacado de otro planeta.

Si en otros puntos los pantanos empujaron al abandono, en esta localidad se convirtió en un aliado turístico.

Un oasis acuático en este pueblo de Castilla-La Mancha

Cela sigue caminando por la Alcarria. Algunas cosas se mantienen 75 años después de la obra del novelista: las colmenas, la lavanda y los pueblecitos detenidos en el tiempo. Otras han cambiado, pues no existí el Embalse de Entrepeñas. En aquel momento, Cela escribió que “el caserío se extiende bastante y la torre de la iglesia destaca airosa sobre todo él”, sin imaginar que décadas después ese mismo pueblo iba a estar bañado por las aguas.

Siguiendo el curso del Tajo, a unos 55 kilómetros de Guadalajara, Sacedón se ha convertido en un oasis acuático en el que las antiguas vías de construcción de la gigantesca presa conducen ahora a una de las mejores zonas de baño de la provincia. En ella se practican deportes propios de la costa mediterránea (windsurf, wakeboard o paddle surf) con la peculiaridad de estar rodeado de encinares, robles, pino carrasco y plantas aromáticas.

Cuando llega la tarde, los barcos de alquiler surcan las aguas de este excepcional mar al encuentro de los riscos de la Isla del Pico de Monte Abajo, conocida entre los lugareños como la isla del rinoceronte porque dependiendo de la luz y de las sombras hay quienes ven en las rocas a un rinoceronte.

Los secretos que guarda el embalse

Hay muchos secretos en el embalse. Las ruinas emergidas del Real Sitio de la Isabela, un antiguo balneario arruinado por diferentes circunstancias de la historia, asoman con niveles bajos del embalse como un escenario fantasmagórico, el esqueleto de un pasado glorioso de aguas termales y retiros que se remontan a la época romana y llega a su esplendor como capricho de la Reina Isabel de Braganza.

Pero si hay un lugar en el que el tiempo se hace más tangible, ese es el Monasterio de Monsalud. Sus muros del siglo XII resguardan el recuerdo de los monjes blancos del Císter, que lo habituaron hasta el XIX y convirtieron el lugar en uno de los cenobios más importantes del país. Era un punto de peregrinación para curar “los melancólicos males del corazón”.

La iglesia marca la diferencia

Sacedón se extiende por colinas como un pueblo típico de La Alcarria, pero su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción lo distingue del resto de los municipios que rodean al embalse. Su torre esbelta, destacada por Cela en su obra, marca el horizonte desde 1550 con hechuras de auténtica catedral rural.

Aunque es en sus ermitas donde Sacedón revela su alma mística. En la ermita de la Santa Cara de Dios nació en 1689 el milagro pareidólico cuando un tal Juan de Dios blasfemó clavando su puñal en el yeso y apareció un desconchón con el rostro de Jesús. Por último, toca subir al cerro de La Coronilla para contemplar el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús al atardecer. Desde allí, se perfila de forma nítida la isla del rinoceronte.

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