Una nueva sorpresa en el sector del automóvil, que ya se ha acostumbrado a vivir en el alambre. Cuando parecía que desde la Unión Europea estaría rebajando sus pretensiones para la eliminación de los vehículos de combustión interna, se dio a conocer que desde la Comisión Europea se están planteando un nuevo reto para vetar los vehículos de gasolina y diésel, algo que podría ser inminente. Se trata de la prohibición de los motores de combustión en los coches de empresa y de alquiler, un paso previo en el objetivo de eliminación total de este tipo de automóviles.
De acuerdo a las informaciones recogidas por medios de comunicación alemanes, desde el gobierno comunitario se estaría trabajando en ello y se fija como fecha para dar este paso en los coches de empresa y alquiler en el año 2030. La noticia está causando un gran revuelo e impacto en el viejo continente y es que la medida de prohibir coches con motor de combustión en los sectores citados afectaría nada más y nada menos que al 60% del mercado de coches nuevos en Europa, según citan los medios germanos.
Nuevos planes de prohibición para la combustión
En el pasado 2024 se vendieron alrededor de 10,6 millones de vehículos en la Unión Europea, siendo los clientes particulares lo que menos accedieron a ellos ya que son más propensos a hacerse con coches de segunda mano y de alquiler al poder conseguirlos por un coste menor.
De acuerdo a las informaciones recogidas en diversos diarios, entre ellos el Bild am Sonntag, la Comisión Europea tiene pensado presentar en el Parlamento sus nuevos planes de prohibición a finales de este verano. Este organismo, al igual que posteriormente el Consejo, deberán aprobarlos para que la medida llegue a ser efectiva.
Desde la UE, por el momento, sólo se ha confirmado que se está preparando un nuevo reglamento sin dar más detalles. Dado que el Consejo Europeo, que debería aprobar la propuesta, está compuesto por los ministros de los Estados miembros responsables de las respectivas áreas políticas, las posibilidades de implementación podrían ser escasas si se tienen en cuenta la polémica y las críticas generadas en este primera fase.
Las primeras voces críticas contra estos planes
Nada más conocerse esta iniciativa aparecieron las primeras críticas. Entre ellas las del diputado Markus Ferber, que instó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a desechar el plan de inmediato. Por su parte, Nico Gabriel, director general de la empresa de alquiler de coches Sixt, considera impráctica esta prohibición de los motores de combustión, ya que implicaría que “los turistas apenas utilizarían coches de alquiler y que los conductores serían prácticamente incapaces de alquilar vehículos debido a la falta de estaciones de carga en gran parte de la UE”. Al igual que otros proveedores, Gabriel añadió que los coches de alquiler se encarecerían de forma muy notable.
El precio, una de las razones del rechazo
El precio de los coches es una de las razones por la que gran parte de la industria y de los políticos, liderados por el PPE que es el mayoritario en el Parlamento Europeo, se oponen al plan de la UE de prohibir todos los coches con motor de combustión a partir de 2035, algo que se acordó en 2023. Hasta entonces se acordaron restricciones graduales, aunque desde los expertos sospecha de una suavización final de la normativa.
El objetivo final de la Comisión Europea sería el de acelerar la eliminación gradual de los motores de combustión, ya que los vehículos de flota alimentarían el mercado privado en su segunda vida.
