Hacer turismo dentro de nuestro propio país lleva camino de convertirse en inasumible si no lo es ya. Hay destinos en España, como Baleares, Canarias o la Costa Brava en los que el coste medio por noche supera los 150 euros, con incrementos anuales de dos dígitos. A estos hay que añadir una subida de más del 20% en los billetes de avión entre destinos nacionales, consecuencia del encarecimiento del combustible y las nuevas exigencias medioambientales. El resultado de todo esto es que una semana en la costa española puede costar tanto, e incluso más, que unas vacaciones en el Caribe o en destinos como Croacia o Portugal, incluyendo vuelos, alojamiento y transporte.
Paquetes cerrados por persona
Hay países como Turquía, Albania, Bulgaria o Rumanía que ofrecen paquetes cerrados por menos de 1.000 euros por persona, con vuelos y hoteles incluidos. En otros, como Portugal y Croacia, es posible encontrar alojamiento en plena temporada alta a precios que están muy por debajo de lo que se paga en Cádiz, Menorca o el pueblo almeriense de Mójacar. Así, las reservas nacionales cayeron un 17% en el primer trimestre de 2025, mientras creció la demanda de viajes internacionales. El cambio de tendencia es evidente, veranear fuera de España ya no es un lujo, sino la opción más económica.
Incrementos del 15% en una año
Una noche en Baleares, Canarias o la Costa Brava rondan o superan los 150 euros y el incremento anual está cerca del 15%. A este encarecimiento del alojamiento hay que añadirle un 20% en el coste del billete de avión, por lo que se produce un agujero importante en el presupuesto cuando una persona piensa en moverse por España para disfrutar de su periodo vacacional.
De acuerdo a los datos, una semana en Cádiz o Menorca puede rondar los 2.700 euros para dos personas entre vuelos, hotel y comidas. Con ese mismo presupuesto, una persona se puede reservar un viaje al Caribe con todo incluido. Esta diferencia de precios ha roto el tradicional vínculo entre vacaciones en España y asequibilidad, obligado a muchos a replantearse otras opciones.
Lugares atractivos por menos de la mitad que en España
El atractivo económico de ciertos destinos internacionales se ha convertido en un argumento decisivo para muchos viajeros. Así, Turquía, Albania o Bulgaria ofrecen alternativas más que interesantes con paquetes de todo incluido por menos de 1.000 euros por persona. Incluso en otros puntos como Croacia, una semana con los gastos básicos pagados puede costar un 40% menos en puntos de Andalucía o Baleares.
Las reservas en España caen
Los datos del primer trimestre en 2025 reflejaron un cambio claro en las preferencias de los viajeros. Las reservas de turistas nacionales cayeron un 17% mientras que las agencias de viajes registraron un aumento sostenido en la demanda de destinos internacionales, una decisión que para los expertos en el sector no era ninguna sorpresa das las condiciones del turismo nacional.
La tendencia responde de forma directa a la subida de los precios en nuestro país, que está haciendo que las familias y parejas busque opciones más asequibles fuera de nuestras fronteras. Este trasvase de turistas preocupa al sector, que se teme una pérdida de demanda nacional en futuras temporadas si no se corrigen los precios.
A pesar de que hay iniciativas como el Verano Joven que ofrecen descuentos en transporte a menos de 30 años, la realidad es que en muchos destinos españoles de costa los precios de temporada alta siguen siendo prohibitivos para buena parte de la población. La consecuencia es un escenario en el que, por primera vez en años, veranear fuera no es sólo una elección por gusto y sí una necesidad económica.
