Una modificación importante en cuanto a las reglas de los viajeros de avión relacionadas con los líquidos y los dispositivos electrónicos. La misma llega justo en los meses de verano. En los próximos meses no existirá la necesidad de sacar los líquidos, por ejemplo el de lentillas, y los dispositivos electrónicos, como el móvil, en los controles de seguridad de los aeropuertos gracias a la tomografía computarizada. Todo por que se cuenta una tecnología capaz de generar imágenes en 3D con una elevada resolución y permitirá agilizar los controles de acceso.
Así funciona la tomografía computarizada
Uno de los grandes inconvenientes de viajar en avión es el lío de tener que sacar algunas cosas del equipaje de mano cuando se llega a la cinta del control de seguridad. Hasta la fecha, los viajeros no podían pasar de más de 100ml de líquido y había que sacar de la maleta el ordenador portátil o cualquier dispositivo electrónico de gran tamaño. Por suerte, esto va a acabar granas a la puesta en marcha de la tomografía computarizada.
Aunque con un nombre complejo, su funcionamiento es sencillo, fácil de entender. Los escáneres tendrán ahora la capacidad de generar imágenes volumétricas en 3D con una elevada resolución. Por tanto, los agentes de seguridad, con estos escáneres podrán detectar explosivos y otros objetos prohibidos sin necesidad de extraer los líquidos ni dispositivos electrónicos del equipaje. Por tanto, así se agiliza el control de seguridad y mejora la precisión al detectar amenazas.
Además, estos escáneres van a incorporar algoritmos de inteligencia artificial para el reconocimiento de objetos y la detección automática de amenazas, lo que va a reducir de forma significativa los errores y mejorar la eficiencia operativa.
La puesta en marcha
La medida se acaba de aprobar, pero todavía quedan unos meses para poder ver estos sistemas tan sofisticados en marcha. Desde la Unión Europea se ha dado un margen a los aeropuertos para implantarlos. De hecho, la llegada de escáneres con tomografía computarizada está prevista que sea en 2026. Con ellos terminaría este proceso tan pesado por el que los viajeros tienen que pasar antes de coger un vuelo.
En cuanto al precio, se trata de una tecnología realmente costosa porque la medida, con la que se pretende ampliar hasta dos litros los líquidos permitidos en las maletas y no tener que sacar los dispositivos electrónicos de las mismas, incluye tecnología de imagen 3D simular a la usada en los hospitales. Y no es sólo eso, también inteligencia artificial para la detección automática de amenazas y una software específico de seguridad.
Además, requieren de un espacio físico más amplio, por lo que en muchos aeropuertos hay que remodelar zonas completas de los controles. Si hiciéramos una estimación, podríamos hablar de entre 250.000 y 500.000 euros por unidad, a lo que habría que sumar los costes de instalación, la formación del personal y la adecuación de las infraestructuras, que podría llegar a duplicar el gasto inicial.
Ya está presente en algunos aeropuertos
En total, un aeropuerto mediano podría necesitar entre 10 y 30 escáneres, por lo que la inversión total podría llegar a superar los 10 millones de euros fácilmente. Además, todo apunta a que ya existen aeropuertos que cuenta con tomografía computarizada.
De acuerdo con la información dada por el propio aeropuerto, en Ámsterdam-SHIPHOL está tecnología ya está en funcionamiento. El coste fue de unos 40 millones de euros, pero la comodidad que se ha ganado para los pasajeros es más que evidente. Una inversión que hará que coger un avión no desespere a muchos.
