Se consumó la ruptura entre la firma de supermercados Alimerka y Central Lechera Asturiana, algo que se notará en la cesta de la compra de miles de ciudadanos asturianos. Pese a los intentos de alcanzar un acuerdo, ambas partes no lograron pactar las nuevas condiciones comerciales y, en una semanas, todos los productos lácteos de la cooperativa desaparecerán de las estanterías de la cadena regional. El motivo de la ruptura, las tarifas de compra de la leche y otros derivados. Y los grandes perjudicados, los ganaderos y los clientes.
La ruptura de relaciones
El conflicto entre ambas entidades está motivado por las tafias de compra de la leche y otros productos derivados. Según la carta interna firmada por el director general José Armando Tellado, Central Lechera Asturiana trató de mantener la fórmula actual, que asegura la estabilidad económica de los ganaderos socios. Sin embargo, Alimerka presionó para revisar esos márgenes. El resultado, el esperado. Cada parte defendió su postura hasta el final y nadie cedió.
Para la cooperativa, el aceptar la rebaja habría puesto contra las cuerdas a más de una explotación familiar. Por su lado, la cadena de supermercados sostiene que necesita ajustar costes para seguir siendo competitiva. e
Este choque entre Alimerka y Central Lechera Asturiana no afecta a otras grandes superficies, por lo que la marca láctea continuará presente en el resto de cadenas con las que ya colabora.
Así se producirá la retirada de los productos de Central Lechera Asturiana
Aunque no se conoce todavía un día exacto, desde Alimerka aseguran que “en unas pocas semanas” dejarán de comercializarse los productos de Central Lechera Asturiana. Cuando se agoten los existentes se dejará de repostar. A partir de ahí ya no se repondrá ni un solo brick de leche, yogur o mantequilla de la marca.
Las consecuencias de la ruptura son las siguientes:
- Alimerka tendrá que vaciar lineales y buscar proveedores alternativos. La cadena ya está trabajando para evitar que los huecos sean prolongados y ya se barajan otras firmas nacionales con capacidad suministro inmediato como son Puleva, Pascual o Covap. Habrá que ver si el público acepta cambiar su leche regional, la de siempre, por otras de alcance nacional.
- Posibles riesgos de caída de ingresos si no se consigue redirigir la producción. Desde este colectivo, junto con las organizaciones agrarias como Unión Rural Asturiana, exigen soluciones que garanticen la viabilidad del sector. Cada uno de los litros que la cooperativa no venda a Alimerka tendrán que colocarse en otros canales o, en el peor de los casos, quedarse en las respectivas granjas. Así, desde Unión Rural Asturiana se advierte que el recorte puede lastrar la rentabilidad de explotaciones que viven al día. Por tanto, la presión de encontrar alternativas, ya sea incrementando exportaciones o firmando con nuevas cadenas, es máxima desde ya.
- En cuanto al consumidor, más allá de la nostalgia de ver vacíos los lineales de Alimerka en los que antes estaba presente la marca regional, preocupa la subida de precios que pueda darse.
A pesar de esta abrupta ruptura, desde Central Lechera Asturiana no se descarta la posibilidad de retomar las negociaciones si se consigue un punto de equilibrio que no perjudique a los ganaderos. Habrá que ver si desde Alimerka están dispuestos a realizar otro esfuerzo para que las relaciones entre ambas empresas asturianas se restablezcan y los clientes de los supermercados sigan disfrutando de su leche de referencia en el supermercado regional. Las próximas semanas serán determinantes para encontrar una solución al respecto.
