El coche es uno de los medios de transporte más utilizados. Millones de personas lo utilizan a diario para todo tipo de trayectos y en muchas ocasiones, aunque no lo sepan, pueden cometer infracciones que pueden ocasionarle un disgusto. Una de ellas tiene que ver con las gafas de sol al volante. Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Sociedad Española de Oftalmología recomiendan el uso de gafas de sol al volante, sobre todo durante algunas horas determinadas como son el amanecer o el anochecer, cuando es más difícil distinguir formas y ver con nitidez. De todos los tipos de gafas de sol existentes, hay unas que están prohibidas: las gafas de alta montaña, con multas que pueden alcanzar los 200 euros.
El uso de las gafas polarizadas ayuda a ver con mucha más claridad en los momentos anteriormente señalados y eso conlleva un aumento en la seguridad al volante, tanto para la persona que conduce como para el resto de usuarios de la vía. Pero no todas sirven para conducir.
Así, lo primero que hay tener en cuenta a la hora de comprar unas gafas de sol, si se van a utilizar también para el momento de ir al volante, es que tengan un mínimo de calidad. Esto significa que hay que desechar las que se venden en mercadillos y similares, que lo único que pueden provocar, a larga distancia, son problemas oculares y, además, ayudan poco o nada a la hora de proteger el sol.
Siempre hay que acudir a una óptica
La clave está en el filtrado de los rayos solares que tienen las lentes de las gafas, una clasificación universal que recomienda siempre consultar la Sociedad Española de Oftalmología antes de tomar la decisión definitiva por una u otras lentes. En este caso, la clasificación es la siguiente:
- Categoría 4. Absorben el 98% de la luz. Son utilizadas para alta montaña.
- Categoría 3. Bloquean el 93% de los rayos solares. Pueden utilizarse perfectamente durante el día.
- Categoría 2. Bloquean el 82% de los rayos solares.
- Categoría 1. Bloquean el 55% de los rayos solares.
- Categoría 0. Bloquean el 20% de los rayos solares
De acuerdo con lo establecido por la DGT, las gafas que no estarían permitidas para ponerse al volante son las de categoría 4. Se trata de aquellas conocidas como gafas de ventisca, que filtran tanta radiación solar que lo que hacen es que se vea mucho menos de lo que se necesita para conducir con seguridad. Para saberlo, es posible incluso verificar la protección en la propia patilla de la gafa.
Estas gafas son las que se utilizan para alta montaña y en ocasiones tienen protecciones laterales opacas para que no entre el sol por el hueco que queda entre la cara y la gafa. De acuerdo con el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, a la persona que lleve uno de estos modelos y sea detectado por los agentes de Tráfico, puede ser multado con una cantidad entre los 100 y los 200 euros en función de la valoración que hagan las autoridades. La sanción tiene una posible reducción del 50% si se paga en el periodo indicado como pronto pago.
El resto, las gafas de categoría 0 a 3 pueden ser utilizadas sin problema durante el día, pero quedan totalmente prohibidas durante la noche. En el caso de llevar alguno de estos modelos por la noche, el conductor podría tener una sanción similar tanto en cantidad económica como en condiciones que en el caso de las gafas de categoría 4.