Hay dos series que en Netflix siempre gusta ver una y otra vez. ‘Friends’ y ‘The Office’, dos de los clásicos del género del humor, ligeras de ver y divertidas. La primera, que narra la vida de seis amigos de Nueva York, se estrenó en 1994, exactamente tres años antes de la creación de la plataforma que tanto debe a la serie protagonizada por Chandler, Rachel, Joey, Phoebe y Mónica y Ross Geller.
En Netflix es habitual la reposición, una y otra vez, de Friends, que a pesar de tener 31 años de vida continúa superando en audiencia a fenómenos de la plataforma como es el caso de Juego de Tronos. Por ello, no es extraño que las plataformas de streaming paguen auténticas cifras desorbitadas por los derechos de comedias como Friends (por la que WarnerMedia pagó 425 millones de dólares), The Office (NBC Universal desembolsó 500 millones) o Seinfeld (que compró Netflix por otros 500 millones), a pesar de que se estrenó en 1989.
Si bien en España durante los últimos años se ha podido disfrutar de Friends en Netflix, ahora mismo es HBO la que posee los derechos de emisión desde el 27 de mayo de 2021 y, aunque no se ha llegado a conocer la cifra exacta, está claro que no será muy diferente respecto a las anteriormente citadas, más aún desde que la plataforma de Reed Hasting se hiciera con los derechos de la misma.
Pero… ¿por qué volvemos una y otra vez a Friends?
“Porque es una apuesta segura”, afirma Marta Calderero, maestra de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC (Universidad Abierta de Cataluña). “Tenemos la certeza de que lo pasaremos bien viéndola, reafirma nuestra buena opinión sobre la serie, revivimos emociones positivas y, además, descubrimos nuevos detalles”, explica.
Volver a ver una serie o releer un libro es la opción predilecta “cuando tenemos poco tiempo y queremos relajarnos”, aconseja Calderero. Ver una sitcom cuando el cansancio pesa tanto que no eres capaz de concentrarte en una serie nueva, es la mejor opción. “Es la quinta esencia de la comodidad. Conocemos la trama, nos podemos enganchar en cualquier episodio sin problema y evita enfrentarnos al dilema de tener que elegir una serie entre tanta novedad”, reafirma la profesora Neira, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
Si bien resulta paradójico tener tantas opciones entre las que elegir y volver de manera constante a lo que ya hemos visto, es precisamente eso lo que hace que nos sintamos cómodos con lo ya conocido. “Como tenemos tantas alternativas de entretenimiento, volvemos a lo familiar para evitar el cansancio que nos genera decidir entre centenares de opciones y el riesgo de equivocarnos al elegir una cosa nueva”, explica Calderero.
Además, el investigador de la Universidad de Chicago Ed O’Breid, afirma en su estudio «Enjoy it Again: Repeat experiences are less repetitive than people think», que “repetir una acción no es una pérdida de tiempo, en cambio puede ser igual o más agradable que una nueva experiencia”.
¿No te ha pasado nunca que llegas al final del día y te pones a buscar una serie o película que ver y acabas viendo lo mismo de siempre o, en cambio, inviertes tanto tiempo en encontrar algo interesante que acabas por no ver nada? Ahora que ya tienes una explicación lógica a este suceso, dale un descanso a tu cerebro y disfruta de lo viejo conocido, ¡que ya habrá tiempo y energía para disfrutar de lo nuevo!
