La democratización del vehículo de transporte con conductor (VTC) en España avanza sin remisión a pesar de las dudas que genera en los taxistas en cada ciudad en la que se instalan servicios como Cabify o Uber, que suponen una alternativa a la movilidad tradicional y una oportunidad para trabajar como conductor sin necesidad de pasar por los trámites costosos del taxi. A cambio, las condiciones laborales son, a día de hoy, una cuestión que llega a generar, como mínimo, debate en el sector, ya que, como sucede con otro relacionado como es el de la comida a domicilio, pendiente de legislar o de concretar determinados derechos de los conductores, como sucede con el salario.
En el caso de Cabify, una de las plataformas que se han instalado en España y que comienza a tener auge, como sucede con Uber, los sueldos brutos se encuentran entre los 1.300 brutos mensuales y los 1.600, que varían (pero no demasiado) en función de incentivos y propinas. Esta cifra no se aleja demasiado de las de la competencia, si bien la estabilidad que ofrece en ciudades como Madrid o Barcelona, más grandes y con mayor demanda de este tipo de servicios discrecionales, consigue que el sueldo no eche para atrás a potenciales interesados en trabajar como conductores.
Cabify vs Uber y otras
La media anual del salario anual de los conductores de Cabify oscila entre los 18.000 y los 20.000 euros en España, un montante que, en Madrid y Barcelona, dado el alto coste de la vida, dificulta la tarea de tener una independencia en unas condiciones económicas favorables. Aunque la estabilidad laboral que la plataforma ofrece a sus trabajadores es un aliciente, a cambio, y para acercarse al salario máximo, las jornadas pueden terminar siendo maratonianas, de hasta 12 horas, con la consiguiente fatiga física y mental que eso supone.
Con todo, la diferencia no es grande entre Cabify y plataformas de la competencia como pueden ser Uber o Bolt, puesto que el salario promedio de un conductor de Uber anda alrededor de los 1.470 euros al mes en España, mientras que Bolt paga unos 1.600, que pueden llegar a ser hasta 1.800.
Por lo tanto, estas dos plataformas ofrecen un salario mayor, que se puede completar gracias a los incentivos que las marcas ponen a los chóferes: Uber fija un objetivo de facturación de 4.000 euros y una prima de un porcentaje de todo lo que esté por encima de esa cantidad, con todo lo que eso conlleva en horas trabajadas para esos casos en los que todavía no han llegado al mínimo.
El taxista suele cobrar más… pero con matices
La diatriba es compleja, en tanto en cuanto hay ciudades donde plataformas como Uber o Cabify apenas tienen predicamento y porque, allí donde sí la tienen, los conductores pueden verse abocados a conducir mucho, tanto en tiempo como en kilómetros, para llevarse un sueldo que tampoco es para tanto. Cosa distinta sucede con los taxistas, que podrían considerarse unos privilegiados, puesto que un profesional de este tipo puede facturar de la orden de 3.500 euros o más al mes… si no fuera porque también sus condiciones son bastante diferentes.
No en vano, los taxistas tienden a ser trabajadores por cuenta propia que deben descontar de esa facturación, a priori elevada en algunos casos, la gasolina, el seguro del coche, el mantenimiento, la cuota correspondiente a ser autónomo, la licencia de turno… En definitiva, una pasta. Aun así, su salario neto puede andar sobre los 2.000 euros, una bicoca si se tiene en cuenta el antes citado de las VTC.
Con todo, la polémica permanece instalada dentro del sector debido a que los taxistas denuncian a menudo la falta de una regulación específica para su competencia, así como la precariedad que viven estos conductores, que reclaman también con frecuencia unas mejorías necesarias para un sector que, por otra parte, está en constante crecimiento.
