Les pasa a todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que, en su día a día, se llevan sorpresas a la hora de desempeñar su labor. Ya se trate de la Guardia Civil, de la Policía Nacional o de la Policía Local de la localidad que sea, todos y cada uno de los agentes saben a lo que se atienen incluso cuando en su trabajo diario no hay desgracias. Y si no, que se lo pregunten a la patrulla de la Policía Local de Sant Josep, municipio ubicado en Ibiza, que se llevó una de estas con la matrícula de un coche al que dieron el alto en sus labores rutinarias, puesto que, cuando se quisieron dar cuenta, comprobaron que estaba sujeta velcro.
Todo sucedió el pasado 17 de agosto, cuando realizaban una vigilancia rutinaria por las carreteras del municipio. Entonces, en la zona de Cala de Bou, ubicada al sur de la isla, vieron un coche de alta gama con matrícula del Reino Unido; un Porsche Panamera 4 de color blanco, para ser exactos. Y como quiera que Ibiza cuenta con una normativa restrictiva en cuanto a los vehículos que pueden recorrer la isla durante este verano, y al tratarse de una matrícula extranjera, decidieron darle el alto al conductor para comprobar si el vehículo estaba debidamente registrado y contaba con todos los permisos. Y fue entonces cuando descubrieron el pastel.
La matrícula sujeta con velcro y otras irregularidades
Efectivamente, el propietario del Porsche Panamera 4 se debió de pensar que ir al volante de semejante cochazo le eximía de cumplir la Ley de Control de Afluencia de vehículos, una normativa que regula el acceso de vehículos a motor no residentes en Ibiza entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, la considerada temporada alta. Esta ley indica que el máximo de coches que pueden circular en la isla son 20.168… y durante la estancia del conductor británico habría al menos uno más, puesto que no se había dado de alta en el registro online que permite esta circulación.
Una vez comprobaron esta irregularidad, los agentes de la Policía Local de Sant Josep, que estaban ya cerca del vehículo, notaron algo raro en la matrícula. Al aproximarse más, vieron que estaba fijada con velcro, por lo que procedieron a identificar a los ocupantes del coche y a registrar el vehículo. Y entonces, en el maletero, hallaron dos juegos de matrículas. Cuando pidieron explicaciones al conductor, este no fue capaz de demostrar que esa matrícula que llevaba fija de manera indebida fuera la que correspondía al coche, puesto que la documentación que llevaba encima mostraba un número diferente; el oficial, y no uno falso, como demostró ser el que llevaba.
Ante esta situación, los policías tomaron la determinación de detener al hombre, que tenía en su poder un permiso de conducción británico que de nada le sirvió ante los hechos delictivos presuntamente cometidos, puesto que las matrículas de los coches vienen a ser como su DNI, un documento catalogado como oficial, cuya manipulación está prohibida por la ley. Es más: su manipulación no supone una simple infracción administrativa, de esas por las que te quitan unos cuantos puntos del carnet y te llega una ‘receta’ a casa con un puñado de euros que debes pagar. No. Manipular la matrícula se considera delito y las consecuencias legales pueden ser serias.
En este caso, y a falta de que sea un juez el que determine el castigo a imponer a este ciudadano (si lo creyese oportuno y ante la evidencia de lo cometido), el delito por el que ha sido acusado es el de una presunta falsedad documental, uno que aparece recogido en el Código Penal español y por el cual podría enfrentarse a una pena de prisión de entre 6 meses y 3 años, además de a una multa de 6 a 12 meses.
