En algún momento de nuestra vida, por una cosa u otra, se necesitarán los servicios de un notario. Los casos más habituales, de los muchos que suelen darse, son los de formalizar la compra de una vivienda o para concluir los trámites necesarios para recibir una herencia. Aunque es una figura reconocida, hay personas que no saben en qué consiste este oficio, las funciones que se desarrollan y el salario que estos profesionales perciben cada mes, algo de lo más atractivo. Y es que el mismo, sumando el sueldo base y otros aranceles, puede rondar los 12.500 euros al mes, unos 150.000 euros al año.
¿Quién es el notario?
Cuando nos referimos al notario lo hacemos a un funcionario público del Estado, pero también a un profesional del Derecho, tal y como desgrana el Consejo General del Notariado en una publicación en su página web, en la que también recalca que los ciudadanos cuentan con la opción de elegir al notario que prefieran para que le asesore de forma imparcial y le preste los servicios que necesite.
Este organismo explica que “con una alta preparación, el notario es un profesional cercano e imparcial que te garantiza ayuda y garantiza que tu contrato o negocio estén ajustados a la legalidad” y recalca que estos profesionales son “una garantía de legitimidad y seguridad tanto para los particulares como para el Estado”.
En estos momentos, en nuestro país, hay unos 3.000 notarios que se encuentran repartidos por toda la geografía nacional para garantizar el servicio en todo el territorio. De hecho, el Consejo General del Notariado ha recordado que los usuarios pueden consultar dónde encontrar un notario mediante la Guía notarial.
Este colectivo está organizado por colegios, de los que reciben apoyo en su función y al tiempo que controlan su actuación. Además, dependen de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública del Ministerio de Justicia.
Las funciones del notario
Los notarios se encargan de prestar servicios:
- A personas: testamentos, herencias, donaciones, compraventas, préstamos personales e hipotecarios, pólizas, capitulaciones matrimoniales, bodas, separaciones y divorcios, otorgamiento de poderes, emancipación de hijos, resoluciones amigables de crisis matrimoniales, medidas de protección de familiares con discapacidad, reconocimiento de hijos, actas, actos de conciliación, cobro de deudas, etcétera.
- A empresas: constitución o disolución de una sociedad, fusiones, escisiones y transformaciones, transmisión de acciones y participaciones, financiación de empresas, leasing inmobiliario, transmisión de patentes y marcas, etcétera.
¿Qué se necesita para ser notario?
Para ejercer como notario es imprescindible prepararse y presentarse a un proceso de oposición. De forma periódica, el Ministerio de Justicia, mediante una resolución de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, convoca las oposiciones y publica la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Las personas que estén interesadas en presentarse a estas oposiciones, en las que hay que realizar dos ejercicios orales y dos escritos, deben cumplir los requisitos que figuran a continuación:
- Tener nacionalidad española o de un país miembro de la Unión Europea.
- Ser licenciado en Derecho.
Un factor clave es que existen diferentes categoría de notario. Los que forman parte del primer grupo pueden llegar a percibir más de 28.000 euros al año, mientras que el salario base de los profesionales del tercer grupo roza los 14.000 euros. Pero a esta remuneración hay que añadir los complementos correspondientes. Por ejemplo, por la creación de una empresa por menos de 30.000 euros pueden percibir 150 euros, mientras que por la resolución de un testamento, 30 euros, aunque las tarifas no son las mismas.
Al sumar aranceles al sueldo base, la cantidad que percibe un notario al mes puede ascender a los 12.500 euros mensuales, unos 150.000 euros al año.